Los colonos israelíes que residían en el puesto avanzado ilegal de Amona en la ocupada Cisjordania celebraron una reunión urgente ayer por la noche tras la decisión de la Corte Suprema israelí de continuar con los planes de evacuación en la comunidad y acordaron resistir cualquier demolición en la zona.
El puesto avanzado de Amona, donde residen al menos 40 familias israelíes, debía demolerse en 2008 después de que la Corte Suprema de Israel dictaminase en favor de los palestinos cuya tierra ocuparon los colonos.
El portavoz del puesto de Amona, Avihai Boaron, fue citado en el Jerusalem Post diciendo durante la reunión que los colonos "estarían aquí como un baluarte" en respuesta a la decisión de la corte, y pidió a aquellos que apoyaron la resistencia del puesto avanzado a construir una tienda de campaña en el puesto de avanzada como una manifestación de protesta.
Boaron también pidió la intervención del primer ministro Benjamin Netanyahu, diciendo que "depende de usted que nos salvemos o sacrifiquemos", y le instó a aprobar una legislación que legalizase retroactivamente el puesto avanzado.
La reunión de emergencia en Amona se celebró en respuesta a la decisión de la Corte Suprema israelí de desestimar una petición presentada por el gobierno israelí para posponer la evacuación del puesto ilegal.
La Fiscalía del Estado de Israel solicitó el aplazamiento sobre la base de que no podría organizar viviendas alternativas para los residentes de Amona antes de la fecha de evacuación del 25 de diciembre de este año, y los terratenientes palestinos presentaron una apelación a la Corte Suprema israelí.
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, advirtió la semana pasada que cualquier desmantelamiento del ilegal puesto israelí Amona en la ocupada Cisjordania sería seguido de la demolición masiva de viviendas palestinas que carecían de permisos de construcción emitidos por Israel en Jerusalén Oriental ocupada.
Según la AFP, el alcalde fue citado diciendo que la demolición de Amona "podría tener implicaciones para casos similares en Jerusalén, donde los árabes han construido ilegalmente en tierras privadas o municipales".
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