"Las políticas racistas israelíes contra los sitios sagrados islámicos están enfadando a los musulmanes", dijo la organización palestina Hamás refiriéndose al proyecto de ley israelí de prohibir la llamada a la oración musulmana en Jerusalén y sus afueras, informó la Agencia Anadolu.
En una declaración oficial, Hamás describió esta medida como una "continuación de la judaización israelí de la Mezquita Al-Aqsa y una imposición de nuevas leyes que son inaceptables para los palestinos y los musulmanes en general".
Hamás exhortó a todos los musulmanes a enfrentarse a las violaciones israelíescontra los lugares sagrados de la ciudad de Jerusalén , incluida la Mezquita Al-Aqsa. Reiteró que no permitiría la aprobación de este proyecto de ley israelí.
El movimiento palestino también pidió que las otras facciones palestinas se opusiesen al proyecto de ley y desafiasen todas las decisiones israelíes dirigidas contra los lugares sagrados islámicos.
Anteriormente, el parlamento palestino criticó el proyecto de ley tildándolo de "indignante". En un comunicado, sentenciaron: "Prohibir el adhan (la llamada a la oración, por su nombre en árabe) es una provocación indignante a los sentimientos de los musulmanes en todas partes del mundo y una injerencia inaceptable hacia el culto y las prácticas religiosas".
El gobierno de derecha israelí aprobó el proyecto de ley a principios de esta semana, pero después de la interferencia de los rabinos judíos, la Knesset postergó su aprobación. Los rabinos judíos, según informó Anadolu, temen que este proyecto de ley afecte también a cualquiera de sus rituales donde se utilicen altavoces.
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