Nurhan Awad, de 17 años, ha sido sentenciada a 13 años y medio de prisión, un año después de que supuestamente intentase apuñalar a un soldado israelí con unas tijeras.
La Sociedad de Prisioneros Palestinos declaró que la pena de prisión dictada a Nurhan era la sanción más elevada exigida por la fiscalía en comparación con casos similares. La menor también fue multada con 30,000 shekels (7,700 dólares).
Nurhan, del campo de refugiados de Qalandiya en la Jerusalén ocupada, es actualmente una de las 12 chicas palestinas detenidas en prisiones israelíes.
Nurhan fue arrestada cuando fue herida de gravedad después de haber recibido dos disparos en el pecho a corta distancia el 23 de noviembre de 2015 por las fuerzas de ocupación, supuestamente por haber intentado apuñalar a un hombre con unas tijeras. Su primo, Hadeel, de 14 años, que la acompañó, fue asesinado en el acto por soldados israelíes.
"El asesinato a sangre fría de la mayoría de niños y adolescentes no puede explicarse desde una perspectiva de seguridad o reglas básicas de compromiso", dijo Hussam Zomlot, cofundador del Grupo de Estrategia de Palestina.
Nurhan es la última menor palestina que ha sido condenada a una pena de semajante dureza. Los fiscales sentenciaron a Ahmad Manasra, de 14 años, a 12 años de prisión después de haber asestado, presuntamente, una presunta el año pasado, en un incidente en el que su primo fue asesinado a tiros. El cuerpo de Hassan fue retenido por las fuerzas de ocupación israelíes durante siete meses antes de ser finalmente devuelto a su familia para ser enterrado.
Hay más de 350 niños palestinos actualmente recluidos en prisiones israelíes.