La creciente tensión en las relaciones entre Turquía y la UE ha dado alas a las esperanzas de los refugiados residentes en Turquía que pretenden llegar a la Europa continental.
Tras la votación no vinculante del Parlamento Europeo de la semana pasada, por la que se pide la congelación de las negociaciones sobre la adhesión de Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan advirtió de que, en respuesta, podría abrir las fronteras de su país y permitir a los refugiados sirios, iraquíes y afganos entrar en la UE.
Un acuerdo firmado entre la UE y Turquía el pasado mes de Marzo provocó que el número de personas que llegaban a las costas griegas desde Turquía disminuyera fuertemente. Turquía aceptó entonces el tratado para controlar la salida de migrantes a cambio de las promesas de la UE de acelerar su proceso de adhesión a la Unión y permitir a los ciudadanos turcos viajar sin visado por los países miembros.
Sin embargo, la advertencia de Erdogan de abrir las puertas de la frontera con Grecia y Bulgaria ha animado a algunos de los 3 millones de refugiados que residen en Turquía.
"Si se abrieran las puertas fronterizas, más de 500.000 refugiados llegarían a Europa sólo en la primera fase", dijo Shadi Suweysh, un ex político local de Raqqa, en Siria. "Queremos que Erdogan abra las puertas de la frontera", aseguró.
Su compatriota Jamil Hezari, que perdió un ojo durante la guerra, declaró a la Agencia Anadolu que le gustaría viajar a Dinamarca para recibir tratamiento médico. "Creo que estaría bien allí", dijo. "Podría encontrar un trabajo".
Ekrem Dede, presidente de la Asociación de Turcomanos de Siria, dijo que "cerrar las puertas fronterizas es incompatible con los derechos humanos. Las fronteras deben abrirse. Los sirios están escapando de una masacre".