Dos marroquíes subieron a la cima de un transmisor aéreo a las afueras de la capital, Rabat, como protesta por la supuesta confiscación de su territorio por el gobierno local; un tercero se bajó después de que su disputa con las autoridades por retirarle su licencia comercial se solucionase tras varias negociaciones, informa Anadolu. La protesta dura ya 10 días.
La provincia de Rabat declaró que las autoridades pertinentes todavía tratan de persuadir a los manifestantes restantes para que bajen del transmisor. La declaración provincial señaló que los manifestantes han sobrepasado el límite con su acción, y que están haciendo demandas "increíbles" sobre sus "derechos alegados". Se dice que están pidiendo una indemnización de 1,2 millones de dirhams marroquíes, unos 118.000 dólares.
A pesar de las "sugerencias serias y razonables" basadas en consideraciones humanitarias, "dos de los tres manifestantes continúan con su protesta", declaró un portavoz provincial.