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La obra del periodista Ilanit Chernick que celebra Sukkot en Israel no es inocua, y es un recuerdo del intento de la Sudáfrica blanca de mostrar la pintoresca Ciudad del Cabo, el brillo de Sun City o la maravillosa reserva del Parque Kruger; y así ocultar la cara horrible del apartheid y sus crímenes contra la humanidad.
Cuenta con fotos de la antigua ciudad portuaria ocupada Majdal, ahora llamada Ashkelon; uno de los 540 pueblos y ciudades palestinas que fueron limpiados éticamente por la violencia sionista en 1948. En 1918, se convirtió en parte de la Administración del Territorio Británico Ocupado Enemigo; y en 1920 entró a formar parte del Mandato Británico de Palestina.
Majdal contaba con 10.000 ciudadanos palestinos. En octubre de 1948, la ciudad acogía a miles de refugiados de las localidades vecinas. Ahora forman parte de los 7 millones de refugiados palestinos y de personas desplazadas en la diáspora palestina, a las que se les han negado los derechos humanos más básicos.
La fotografía de la Plaza Al-Buraq, a la que algunos judíos se refieren como el Muro Occidental; es una parte integral del límite occidental del santuario de Al-Aqsa. Después de un estudio de dos años de duración, una Comisión de la Liga de las Naciones informó en 1931 de que los musulmanes tendrían la propiedad exclusiva del muro occidental, ya que es parte integral del santuario de Al-Aqsa. La comisión también especificó que el acerado de enfrente del muro y el barrio magrebí adyacente también debería de estar bajo control palestino.
Esto fue confirmado recientemente por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO en París, el cual adoptó una solución que llama a Israel el "poder colonizador", y demanda a Israel que no restringa el acceso musulmán al Monte del Templo, acusando a Israel de "medidas ilegales contrarias a la libertad de culto" en el "lugar sagrado de culto musulmán". También se acusó a Israel de crear tumbas judías falsas en otros lugares de los cementerios musulmanes de la zona de Al-Aqsa.
El destino de Al-Quds, Jerusalén y sus espacios sagrados no se puede entender por separado del destino de Palestina. La lucha diaria de los palestinos musulmanes y cristianos en esta ciudad es una representación de la lucha de los palestinos de todo el mundo. En 1980l, Israel aprobó una ley que anexionaba explícitamente que la ciudad ilegalmente ocupada se convertiría en parte del Estado de Israel. Desde entonces, Jerusalén ha sido un importante punto de conflicto política y controversia.
Los sionistas han centrado sus esfuerzos en la "judaización" de Jerusalén. Confiscaron el 86% de la ciudad y la llenaron de inmigrantes judíos. En la zona de Jerusalén oriental, donde se encuentra la mezquita de Al-Aqsa, se establecieron unos 200.00 judíos tras cercarla con muros, aislándola de sus alrededores árabes e islámicos.
Los palestinos de Jerusalén sufren la discriminación israelí a diario. Aunque representan el 37% de la población de la ciudad, la tasa de pobreza entre ellos ha llegado al 75%; un tercio de la juventud abandona antes de terminar la secundaria, y el 39% de sus hogares se construyen sin permiso. Los ciudadanos palestinos de Jerusalén no son ciudadanos israelíes, sino que más bien cuentan con un permiso de residencia que puede ser retirado en cualquier momento.
La prohibición de la llamada islámica a la oración - el Athan - como intento de silenciar las mezquitas es tan sólo la última de una sucesión de medidas de los gobiernos israelíes desde que ocuparon y se anexionaron Jerusalén oriental, procurando judaizar todos los aspectos de la ciudad.
El ministro palestino Haneen Zoabi declaró: "El problema no es el sonido en sus oídos, sino en sus mentes. Lo que les molesta tanto es el sonido de la presencia palestina en su patria".
El Athan ha resonado en la ciudad cinco veces al día durante milenio y medio, y su prohibición es un intento de cambiar la complexión multicultural de la ciudad sagrada, caracterizada por la mezcla entre el sonido de campanas de iglesia y el Athan.
Las fotografías de Chernick no reflejan realidad, quizás con la excepción de la conmovedora imagen de un mendigo etíope en la acera de un restaurante. La humillante situación de los Falashas que languidecen en los subirbios de las ciudades; el horrible muro que separa a los palestinos de sus hogares; las jaulas que apresan a los no judíos, desesperados por encontrar un trabajo o un tratamiento en los puestos de control; y la difícil situación de los africanos, confinados a chozas mientras esperan ser expulsados; son las fotografías que esperan ser tomadas en el próximo trabajo de Chernick, que describirá la auténtica realidad de Israel.
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