Fuentes informadores de los Hermanos Musulmanes en Egipto han filtrado información diciendo que el grupo fue contactado por personalidades cercanas al régimen y por otros como parte de un intento de terminar con la crisis del país, o, al menos, lograr un periodo de paz entre los distintos partidos.
Las fuentes se negaron a ser identificadas, y explicaron que estos contactos recibidos por el grupo no se recibieron en los días después de la entrevista de Arabi21 con el líder adjunto de los Hermanos Musulmanes, Ibrahim Munir. De hecho, fueron recibidos antes. Señalaron que los contactos se retomaron después de la entrevista, que provocó amplias reacciones.
Hablando exclusivamente con Arabi21, las fuentes informaron de que estos contactos se hicieron con personalidades significativas de Egipto (dentro y fuera de la cárcel), así como con algunos líderes de fuera del país. También revelaron que algunos oficiales militares, en activo y retirados, contactaron con ellos.
Las fuentes revelaron que en la entrevista a Ibrahim Munir de Arabi 21 se transmitieron muchos mensajes a varios partidos, tanto dentro como fuera de Egipto, y que estos mensajes han sido entregados. Esto es cierto, dado que la entrevista incluyó muchas insinuaciones que han sido descritas como "significativas", especialmente en los tiempos que corren.
Las fuentes también señalaron que los Hermanos Musulmanes dan la bienvenida a estas comunicaciones, así como a otras, en un esfuerzo por terminar o, al menos, mejorar la crisis, con la condición de proporcionar lo que describieron como el nivel mínimo requerido para lograr los objetivos de la revolución de enero y salvaguardar sus ganancias.
Continuaron diciendo: "Hasta ahora, no hay nada tangible de lo que se pueda hablar de una manera específica. Lo que está pasando no son más que intentos y contactos que no han producido nada en particular". Hicieron hincapié en que sería difícil predecir a qué conducirán estos contactos en un futuro próximo.
Muhammad Soudan, Secretario del Comité de Asuntos Exteriores del Partido por la Libertad y la Justicia, destacó que la posición oficial de su partido en el asunto de la reconciliación era, exactamente, la descrita por el líder adjunto de los Hermanos Musulmanes, Ibrahim Munir, en su entrevista con Arab21y en sus demás entrevistas televisivas. Afirmó que hay luchas, principios y valores que no pueden ser comprometidos.
Cuando habló con Arab21, Soudna explicó que las posiciones políticas pueden cambiar y suelen ser flexibles. Añadió que esto es natural y lógico, dependiendo de los acontecimientos de los que sea testigo la política nacional, e incluso la exterior. Destacó que, al mismo tiempo, también hay "principios fijos" que no pueden ser comprometidos bajo ninguna circunstancia.
También declaró: "Podría darse un paso atrás, y probablemente se hagan concesiones de una forma u otra, pero la naturaleza de un paso o un compromiso así no puede ser determinada, excepto después de que recibamos una visión seria y comprensiva que acabe con la crisis. Además, tendría que haber garantías a la hora de poner esta visión en marcha, para así evitar que ocurra un golpe de estado en su contra. Sólo entonces se podrá discutir sobre el proyecto".
Señaló que los Hermanos Musulmanes aún esperan ideas o propuestas de cualquier persona o círculo, ya sea interno o externo, y que serán bienvenidas, discutidas y tomadas en serio, independientemente de la postura del grupo hacia estas concepciones.
Según Soudan: "Los Hermanos Musulmanes no han propuesto ni propondrán una iniciativa de reconciliación con régimen y, más bien, serán pacientes como la demás gente honrada hasta que Dios decida. Continuaremos trabajando para acabar con el golpe de Estado a través de métodos pacíficos y legítimos. Es nuestro principio, y no lo abandonaremos". Subrayó que, si los Hermanos quisieran reconciliarse con el ejército, lo habrían hecho ya en 1952.
Continuó: "En este momento, no contamos con una hoja de ruta nueva ni clara para acabar con la crisis. Pero, si las intenciones son sinceras y hay una determinación colectiva de terminar con la crisis, y si todos aquellos preocupados ofrecen algunas concesiones, entonces, hallaremos una solución que protegerá los derechos y complacerá a todos los partidos".
Soudan señaló que "hay personas y círculos dentro del régimen egipcio y de la institución militar que tienen la intención de dirigir la reconciliación e intentar acabar con la crisis. Los hombres honrados y sinceros no se han acabado, ni se acabarán, ni dentro ni fuera del ejército". Aseguró que conocen la envergadura de los desafíos y de las circunstancias a las que se enfrentan.
El secretario del Comité de Asuntos Exteriores del Partido por la Libertad y la Justicia destacó que "la legitimidad tendrá que ser restaurada de una forma u otra, incluso si es sólo temporal o simbólicamente. Simplemente no se puede ignorar la legitimidad que supusieron las elecciones de 2012".
Subrayó la necesidad de un plan para acabar con la crisis de manera rotunda y nunca parcial: "No habrá ninguna conversación con el régimen, ninguna reconciliación, ningún compromiso, nada de nada; a menos que se realice un acuerdo completo. Aquellos que deseen tomar la iniciativa en este tema deberán abordar todos los detalles y dimensiones de éste. La crisis es como una enfermedad que debe ser tratada al completo. Tal y como lo vemos, probablemente no se acabe ahora".
Como respuesta a lo que mencionaron varios informes de prensa acerca del patrocinio de Arabia Saudí de un acuerdo secreto entre los Hermanos y el Estado, Soudan dijo: "No me puedo imaginar que algo así pase en este momento. La administración saudí no se lleva bien con el régimen egipcio ahora mismo. Todo el mundo lo sabe. Además, los saudíes aún tachan a los Hermanos Musulmanes de terroristas, aunque estén abandonando paulatinamente sus posiciones anteriores acerca del grupo".
Soudan continuó diciendo: "La idea de una intervención saudí - o de una intervención de cualquier otro Estado interesado en la estabilidad de un país de la talla y posición de Egipto, histórica y geográficamente - sería de esperar, y acabará por suceder tarde o temprano. Sin embargo, la cuestión es: ¿cómo va a intervenir Arabia Saudí si su relación con Egipto es tan tensa ahora?"
Añadió: "Quizás las crisis y desastres perpetrados por el régimen egipcio motivaran a las comunidades regionales e internacionales - que no aceptan el desmoronamiento de Egipcio - a ejercer presura en la autoridad golpista para que la crisis avance hacia una resolución o, al menos, evitar que estalle y empeore, y que el asunto no sea restringido al régimen, ya que no tiene la libertad de decidir por sí mismo. Su toma de decisiones está en manos de sus partidarios regionales e internacionales, quienes lo apoyaron."
Cuando se le preguntó si espera que los esfuerzos por la reconciliación se completen antes o después de que termine el mandato de Sisi en el gobierno, Sudan contestó: "Egipto no soportará otro año y medio. Las circunstancias son terribles y muy complejas. La solución debe llegar cuanto antes."
"Aceptaremos cualquier contacto o esfuerzo de personalidades o círculos egipcios, árabes e internacionales que intenten servir al interés público y evitar que el país colapse o tome un camino peligroso hacia las prácticas despóticas y fallidas del consejo militar de las que estamos siendo testigos, que pretendan acabar con la hemorragia, las detenciones, la destrucción y todas las formas de violencia."
Subrayó que "existe una oposición a las políticas de Sisi dentro de la institución militar, y existe un rechazo hacia las prácticas del consejo militar. Hay un gran número de oficiales del ejército y soldados que han sido detenidos por sus opiniones personales. Por lo tanto, sería de esperar que aquellos honrados y patriotas dentro de las fuerzas armadas - así como dentro de las demás - se movilicen y formen parte de la acción contra el gobierno militar, respondiendo a las circunstancias que está viviendo el país".
El secretario del Comité de Asuntos Exteriores del Partido por la Libertad y la Justicia también dijo: "No sólo contamos con la participación de los oficiales y soldados honrados del ejército; sino también de todas las personas honradas, libres y patrióticas de todas las instituciones." Después, dirigió la atención a "la probabilidad de que haya un golpe de estado contra el golpe de estado por parte de grupos de oficiales y soldados del ejército. Aquel que conozca la historia se dará cuenta."