Dos hermanos palestinos del barrio de Silwan, en la Jerusalén oriental ocupada, fueron obligados el sábado a demoler sus casas en cumplimiento de una orden judicial israelí.
Uno de los propietarios, Said Al-Abbasi, declaró a la agencia palestina Ma'an que él y su hermano Nasser habían construido sus casas en el área de Karm Al-Sheikh de Silwan hace dos años y medio. Sin embargo, antes de que la construcción pudiera ser terminada, el Ayuntamiento de Jerusalén les envió sendas órdenes de demolición de sus hogares.
Durante el proceso judicial, los hermanos Al-Abbasi, que tienen 12 hijos entre los dos, se vieron obligados a precintar las casas con hormigón hasta que todos los procedimientos legales hubieran concluido.
Said explicó a Ma'an que el Ayuntamiento de Jerusalén amenazó con encarcelarles a ambos si intentaban reanudar las obras.
Según los hermanos Al-Abbasi, ellos habían intentado obtener una licencia de la municipalidad de Jerusalén durante los últimos dos años, pero todos sus esfuerzos fueron rechazados. Un tribunal israelí dictaminó en octubre que las casas deben ser demolidas por carecer de los permisos de construcción emitidos por Israel y por el hecho de que las viviendas se estaban construyendo en tierra que el municipio había declarado "no edificables".
Finalmente, los hermanos decidieron demoler ellos mismos sus casas para evitar los costes que les cobraría el Ayuntamiento si fuera éste el que ejecutara la demolición.
Ningún portavoz del consistorio de Jerusalén se mostró disponible para comentar este caso.
Las demoliciones de estructuras y hogares palestinos en la Cisjordania ocupada y Jerusalén Oriental han experimentado un aumento sin precedentes este año, con el número de estructuras demolidas en la primera mitad de 2016 superando ya el número total de demoliciones realizadas en todo 2015.
Al menos 1.569 palestinos han sido desplazados de sus hogares desde principios de 2016 como resultado de las demoliciones en los territorios ocupados, en comparación con los 688 palestinos que sufrieron la misma suerte durante todo el año 2015, según datos de la ONU.