Alrededor del 45% de los jóvenes tunecinos están dispuestos a emigrar, aunque ello implique hacerlo ilegalmente, un estudio sobre "La juventud y la inmigración ilegal en Túnez: Estudio sobre el terreno de estereotipos, prácticas y expectativas" (FTDES).
Dirigido por 11 expertos y nueve universidades contribuyentes, el estudio tiene como objetivo analizar aspectos de la migración ilegal de jóvenes tunecinos antes y después de la revolución, e identificar qué los motiva a querer emigrar.
"El FTDES enfatiza repetidamente el fracaso del modelo de desarrollo tunecino que se ilustra por el aumento de la migración ilegal", explicó el director de comunicación de FTDES, Romdhane Ben Amor.
El estudio se llevó a cabo en diciembre de 2015 en una muestra aleatoria de 1.200 jóvenes tunecinos en seis gobernaciones incluyendo la capital Túnez, Kef, Gafsa, Kasserine y Medenine Mahdia.
La muestra estaba constituida por 53,3% de hombres y 46,7% de mujeres; el 50% de los encuestados dejó sus estudios en la escuela secundaria, el 27,6% tenía un título universitario y el 17% tenía educación primaria. De los encuestados, el 70% estaban desempleados.
Los resultados de la encuesta indican que el 21% de los jóvenes dicen que se unirían a un proyecto migratorio -incluso ilegalmente- si surge la oportunidad, y el 15% dijeron estar en contacto con contrabandistas.
Casi 25.000 jóvenes tunecinos abandonaron ilegalmente el país durante los acontecimientos de la revolución de 2011, que derrocaron al ex presidente Zine El Abidine Ben Ali, y la cifra sigue aumentando.
"Creíamos que los enfoques adoptados por los sucesivos gobiernos en la cuestión de migración ilegal podían ofrecer soluciones alternativas, aparte de los acuerdos firmados con la Unión Europea, pero no se observó ninguna mejora en el tratamiento de la situación económica y social en áreas Afectados por la migración ilegal", dijo Ben Amour.
El gobierno ha intentado reducir el flujo a través de la cooperación con los países vecinos, sin embargo el número sigue siendo alto.
Según Radhouane Ayara, secretario de Estado de Inmigración y Túnez en el Extranjero, la solución a este fenómeno, que resulta en la muerte de decenas de tunecinos cada año, depende en gran medida de la restauración de la confianza entre los jóvenes y el Estado tunecino, desarrollando estrategias para la creación de empleo, la facilitación de una migración ordenada y la promoción del desarrollo en las regiones.
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