La policía israelí ha decidió ayer ampliar el plazo permitido a visitantes judíos y no musulmanes para visitar el complejo de la mezquita de Al-Aqsa en la Jerusalén oriental ocupada.
Sheikh Azzam Al-Khatib, el director de la Fundación Islámica (Waqf), a cargo de la gestión de Al-Aqsa bajo la supervisión de Jordania; contó a Ma'an que la policía israelí notificó a Wafq su decisión de permitir las visitas de no musulmanes al complejo desde las 7:30 a las 11:00, extendiendo una hora el horario asignado.
Mientras que a los visitantes judíos se les permite entrar al complejo, el culto no musulmán está prohibido por un acuerdo firmado entre Israel y el gobierno jordano tras la ocupación ilegal israelí de Jerusalén oriental en 1967.
A pesar de este acuerdo, las autoridades israelíes suelen permitir a los visitantes judíos entrar al lugar - a menudo protegidos por guardias armados - y llevar a cabo sus oraciones en el sitio sagrado, violando el acuerdo internacional. Normalmente, estos visitantes son derechistas que intentan desestabilizar el status quo del lugar, y coinciden con las restricciones al acceso de palestinos, que incluyen la prohibición de su entrada y detenciones.
Mientras tanto, las horas de visita permitidas a los no musulmanes son usadas de manera rutinaria por los israelíes derechistas para recorrer el complejo de Al-Aqsa, aumentando las tensiones con los fieles palestinos.
Al-Khatib dijo que el gobierno israelí está "cediendo a la derecha extremista que ha estado intentando desestabilizar el status quo de Al-Aqsa.", señalando que el movimiento no era más que otro intento del gobierno israelí de "imponer hechos sobre el terreno."
"Es una falta de respeto a su majestad el rey Abdullah II, y defenderemos su custodia con todo lo que tenemos," dijo Al-Khatib, mientras que también advirtió de las consecuencias que podrían desencadenar las "provocaciones e incursiones en el complejo" de Israel.
Mientras tato, el muftí de Jerusalén e Imam de la mezquita de Al-Aqsa, Muhammad Hussein, advirtió que el cambio de la política podría conllevar consecuencias negativas, añadiendo que la decisión ha despertado las "intenciones agresivas" de las autoridades israelíes de fortalecer sus unidades en Al-Aqsa, refiriéndose al miedo de los palestinos a que Israel divida la mezquita de Al-Aqsa entre musulmanes y judíos, como hicieron en Hebrón con la mezquita de Ibrahim.
Hussein no negó su rechazo a cualquier intervención israelí en cuanto a la gestión de Al-Aqsa, y animó a todos los musulmanes a rechazar el extremismo judío dirigido al complejo, añadiendo que sólo los musulmanes tienen derecho a intervenir en los asuntos del complejo de la mezquita de Al-Aqsa.
Además, el líder religioso pidió a todos los musulmanes que visitasen Al-Aqsa para mostrar su apoyo al lugar sagrado en contra de los planes y la ocupación israelíes, mientras que llamó a las naciones islámicas y árabes a ayudar a la protección de Al-Aqsa y Jerusalén.
Las severas restricciones impuestas a los palestinos suelen estar reforzadas por el brazo armado del Estado ocupante, alegando supuestas medidas de seguridad, especialmente durante las fiestas judías; mientras que las tensiones en cuanto a la mezquita de Al-Aqsa han contribuido al malestar que comenzó en octubre, después de que derechistas israelíes hiciesen varias visitas al lugar durante la gran fiesta judía.
La mezquita de Al-Aqsa, que se encuentra justo encima de la plaza del Muro Occidental, alberga tanto la Cúpula de la Roca como la mezquita de Al-Aqsa.
Es el tercer lugar más sagrado del Islam, y también se venera como el sitio más sagrado del judaísmo, ya que se asienta donde los judíos creen que estuvieron el Primer y el Segundo Templo. El Segundo Templo fue destruido por los romanos en el año 70 a.C.