El grupo terrorista Daesh ha reivindicado este martes la autoría del atentado suicida perpetrado en la principal catedral copta de El Cairo este domingo, que causó la muerte de al menos 25 personas.
El grupo militante afirmó en una declaración difundida por su agencia oficial de noticias Amaq que un atacante suicida llamado Abu Abdallah al-Masri detonó su cinturón explosivo dentro de la iglesia.
"Cada infiel y apóstata en Egipto y en todas partes debe saber que nuestra guerra continúa", aseveraba el comunicado difundido por los terroristas.
El Ministerio del Interior identificó al atacante como un estudiante de 22 años llamado Mahmud Shafik Mohammed Mostafa, del que dijo que apoyaba al prohibido movimiento político de los Hermanos Musulmanes y que se había unido a una célula militante mientras huía de la policía.
En una entrevista con la agencia Reuters, la madre de Mostafa dijo que su hijo estaba fuertemente traumatizado porque había sido víctima de abusos sexuales mientras se encontraba bajo custodia policial en 2014, pero que no había visto ningún signo de que se estuviera radicalizando.
Además de los muertos, al menos 49 personas resultaron heridas cuando la bomba explotó en una capilla adyacente a la catedral de San Marcos, la iglesia más grande de El Cairo y sede del papado cristiano copto.
El presidente Abdel Fattah al-Sisi informó a la nación de que cuatro personas habían sido detenidas y dos se encontraban en paradero desconocido como posibles sospechosos.
Detención anterior
El presidente Al-Sisi tomó el poder en 2013, después de derrocar al presidente electo Mohamed Mursi, miembro de los Hermanos Musulmanes, y desde entonces ha desarrollado una estrategia de represión hacia el movimiento islamista por la que cientos de sus seguidores han sido asesinados y miles encarcelados.
El Ministerio del Interior dijo que Mostafa había sido arrestado en Marzo de 2014 acusado de llevar armas durante una protesta y liberado bajo fianza dos meses después. Informó también de que al parecer se habría unido a una célula radical liderada por Mohab Mostafa Sayyed Qassem, un militante con vínculos con los combatientes de Daesh en el norte del Sinaí y con funcionarios de la Hermandad exiliados en Qatar, además de enfrentar cargos por otros dos casos.
Su madre, Umm Bilal, dijo que Mahmoud había huido a Sudán poco después de ser liberado.
"Mahmoud no haría esto ... él no mataría a nadie", gritó mientras escuchaba un reportaje sobre el atentado.
Ella dijo que el padre de Mahmoud había muerto hace dos años, y que Mahmoud la llama regularmente desde el extranjero, concretamente hace una semana.
"Dijo que no volvería porque las fuerzas de seguridad lo detendrían de nuevo ... Me preguntaba por mí y por sus hermanas ... No noté ningún cambio en su voz ni nada que sugiriera que se iba a inmolar".
"Lloraba durante toda la noche"
Umm Bilal, (en árabe, literalmente, "la madre de Bilal") que llevaba un velo integral islámico o niqab durante la entrevista, dijo que su hijo había regresado destrozado de la custodia policial, y había confiado en su hermano que había sido agredido sexualmente.
"Él se pasaba llorando toda la noche ... No estaba llorando porque hubiera sido golpeado o torturado, aunque las cicatrices todavía eran visibles en su rostro y cuerpo", dijo. "Creo que le destrozaron en la comisaría, violaron su honor". Pero ella asegura que Mahmoud no había sido radicalizado. Contó que sus dos hermanos también habían sido arrestados, uno de ellos después del atentado.
La Hermandad Musulmana ganó las primeras elecciones libres de Egipto tras el levantamiento de 2011 que puso fin a la dictadura de 30 años de Hosni Mubarak. Mursi se convirtió en presidente, pero fue derribado dos años más tarde después de una serie de protestas masivas.
La organización islámica más antigua de Egipto asegura que es pacífica, pero se ha dividido en facciones rivales desde la caída de Mursi y la subsiguiente represión, mientras algunos sectores se mantienen fieles a la línea pacífica oficial, otros antiguos militahntes de la Hermandad han formado grupos aislados que han llevado a cabo numerosos atentados contra la policía y funcionarios judiciales.
Desilusionados por su errático paso por la democracia, algunos jóvenes partidarios de la Hermandad han ido a luchar a Siria o se han unido al brazo local de Daesh, en la provincia de Sinaí.
Desde 2013, el grupo terrorista ha asesinado a cientos de soldados y policías en la península del Sinaí, y ha comenzado a atacar objetivos occidentales dentro de Egipto. El ejército ha respondido con ataques aéreos y arrasando pueblos enteros.