El ex ministro egipcio de Planificación y Cooperación Internacional, Dr. Amr Darrag, dio a conocer estas declaraciones:
"En los últimos días, he seguido a una serie de medios de comunicación relacionados con el régimen militar gobernante en Egipto y sus servicios de seguridad, mientras que ellos trataban de vincularme - así como a otras figuras nacionales que rechazan al régimen militar egipcio - con el terrible atentado que dejó varias víctimas inocentes entre nuestros hermanos cristianos en la iglesia de San Pedro.
Estos medios de comunicación han usado todo tipo de invenciones ilógicas y estúpidas - que afirmaban que habían "obtenido" en menos de 24 horas - como decir que yo financié e incité a aquellos involucrados en el atentado, y que me reuní con ellos en países de los que me marché hace mucho tiempo. También se esforzaron en mostrarme a mí y a colegas en el Consejo Revolucionario de Egipto y otros que rechazan el régimen militar, como partidarios del terrorismo, en la continuación de su intento por criminalizar a todo aquel que admite su rechazo a este régimen brutal y despótico, impuesto por extranjeros.
Una prueba de su ignorancia y de sus mentiras es que yo - así como varios colegas - dimití del Consejo Revolucionario de Egipto hace más de un año, lo que está documentado por varios medios. Así que, ¿cómo puede ser toda una organización acusada, en tan poco tiempo, sin ni siquiera saber quiénes son sus miembros?
No estoy aquí para defenderme o para negar invenciones tan estúpidas, sino para advertir a cualquiera que intente difamar contra mí lanzando acusaciones infundadas y completamente falsas; que me enfrentaré a ellos por todos los medios legales, sobre todo cuando todo Egipto conoce la naturaleza de mi profunda relación con mis hermanos y hermanas coptos, y mi condena a esta operación cobarde a través de varios medios en cuanto supe acerca del atentado, así como mi rechazo a todas las formas de terrorismo sin importar su origen.
Me gustaría afirmar que todas estas prácticas no son nuevas para el régimen, sus medios de comunicación y sus sistemas de seguridad; aunque no lograrán ensuciar mi imagen, ni impedir que me oponga al régimen - así como mis compañeros en todas las entidades – y me enfrente a todos los abusos cometidos contra el presente y el futuro de este país.
También me gustaría subrayar que demandaré a todos aquellos que me acusen de falsedades, con todos los medios legales y judiciales tanto egipcios como internacionales, para, primero, preservar mis derechos; y segundo, para disuadirlos de continuar con tales prácticas".
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