El presidente electo Donald Trump nombrará al abogado especializado en quiebras, David Friedman, como el embajador de Israel, quién declaró que esperaba asumir su cargo en Jerusalén, un paso atrás en décadas de política exterior de EE.UU. que causó rencor en el mundo musulmán.
La embajada estadounidense ha estado establecida en Tel Aviv durante más de 68 años. Trump prometió durante su campaña que la desplazaría a Jerusalén, algo que seguramente provocaría objeciones por parte de musulmanes de todo el mundo.
"(Friedman) es un amigo de toda la vida, y es un asesor de confianza. Sus fuertes lazos con Israel fundamentarán su misión diplomática y serán un gran activo para nuestro país, a medida que fortalecemos los lazos con nuestros aliados e intentamos lograr la paz en Oriente Medio", dijo Trump en un comunicado emitido por su equipo.
El republicano dejó claro en su campaña que apoyaría a Israel en varios asuntos de importancia crítica, incluyendo el desplazamiento de la embajada estadounidense a Jerusalén, declarando la ciudad como la capital de Israel a pesar de las objeciones internacionales. También se comprometió a no presionar a Israel para que inicie las conversaciones con los palestinos.
@edokonrad: Friedman sobre la solución de doble estado: "Adoptar ciegamente una solución porque ha sido la política americana en los últimos 25 años no es algo que hará."
@edokonrad: Friedman acerca de los asentamientos en Cisjordania: "Soy de la opinión de que los asentamientos son ilegales."
Estados Unidos y otras potencias no consideran Jerusalén la capital de Israel - además de la embajada de EE.UU. , las de otros países están en Tel Aviv - y no reconocen la anexión de Israel del Jerusalén oriental árabe tras su ocupación durante la guerra de Oriente Medio de 1967.
Uno de los temas más espinosos es resolver las demandas israelíes y palestinas sobre el futuro de Jerusalén. Los palestinos consideran la ciudad histórica - en la que se encuentran lugares sagrados para judíos, musulmanes y cristianos - la futura capital del Estado independiente.
Friedman, especializado en derecho de litigios y quiebras, declaró que trabajaría sin descanso para "fortalecer el lazo irrompible entre nuestras dos naciones y promover la paz en la zona, y esperamos hacerlo desde la embajada de EE.UU. en la eterna capital de Israel, Jerusalén."
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien tuvo una frágil relación con el presidente demócrata Barack Obama, ha recibido alegremente la elección de Trump; ha hablado con él por teléfono y ha publicado un vídeo en Facebook realzando los lazos entre los dos países.
En una entrevista con el periódico israelí de izquierdas Haaretz en junio, se le preguntó a Friedman si Trump apoyaría la creación de un Estado palestino independiente - un fundamento de la política exterior de EE.UU. que apoya una solución de doble Estado.
"La respuesta es – No sin la aprobación de los israelíes," dijo Friedman. "Si los israelíes no quieren hacerlo, no pensará que deba hacerlo... No cree que es un imperativo estadounidense apoyar que Palestina sea un Estado independiente." Alegó el sionista como si EE.UU. no decidiera ya el futuro de quien le parece como le parece.
No hubo ningún comentario inmediato de la embajada israelí en Washington en las noticias.
Defensor de la construcción de asentamientos
Friedman también se ha considerado de extrema derecha en varias cuestiones, incluida la construcción de asentamientos, y ha defendido la anexión de Cisjordania, que ocupó Israel en Jordania en la guerra de 1967.
La administración de Obama ha sido muy crítica con la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén oriental. La mayoría de los países consideran ilegales los asentamientos israelíes en los territorios ocupados que los palestinos quieren convertir en su Estado independiente.
Los palestinos, que quieren establecer un Estado en Cisjordania y la Franja de Gaza con Jerusalén oriental como capital, dicen que los asentamientos son un obstáculo fundamental para la paz. Las últimas conversaciones respaldadas por EE.U.U sobre el Estado palestino se derrumbaron en 2014.
J.Street, un pequeño grupo liberal pro-Israel de Washington, declaró que se "oponía vehemente" al nombramiento de Friedman.
"Como alguien que ha sido un importante aliado estadounidense de los asentamientos, que carece de credenciales diplomáticas o políticas... Friedman no debería considerarse por los senadores para ser el representante estadounidense en Israel", dijeron en un comunicado.
"Este nombramiento es imprudente, pone la reputación de EEUU en la zona y en todo el mundo en riesgo", decía el comunicado.
Aaron David Miller, un ex consejero de las administraciones republicana y demócrata en Oriente Medio, dijo que el nombramiento de Friedman "pone en evidencia que habrá una ruptura con el estilo de la administración de Obama".
“El proceso de paz está muerto ahora mismo", dijo Miller, aludiendo a los esfuerzos en vano de la administración de Obama. Pero también dijo que aún era pronto para ver el nombramiento de Friedman como el descarte de Trump de la solución de doble Estado.
Miller señaló que los asesores de Trump han enviado señales contradictorias sobre si realmente actuarán con rapidez sobre su promesa de mover la embajada, y que no estaba claro si esto sucedería.
En el pasado, candidatos a la presidencia han prometido mover la embajada estadounidense a Jerusalén, pero luego se echaron atrás, decidiendo en el último momento que primero los bandos del conflicto deberían aclarar el estatus de la ciudad.
A principios de diciembre, Obama renovó por otros 6 meses la renuncia presidencial a mover la embajada estadounidense a Jerusalén, firmada por todos los presidentes de EE.UU. durante las últimas dos décadas.
Esto significa que cualquier acción que quiera tomar Trump será retrasada al menos hasta junio.