Un atentado con coche bomba en un autobús que transportaba personal militar fuera de servicio mató a 13 soldados e hirió a 55 en la ciudad turca central de Kayseri este domingo, un incidente que el presidente Recep Tayyip Erdogan atribuyó a los extremistas kurdos de izquierda.
La explosión, que se produce una semana después de un bombardeo mortal por parte de los extremistas izquierdistas kurdos dirigido contra la policía en Estambul, podría indignar aún más a un público ya enfadado por una serie de ataques este año -algunos de ellos proclamados por los militantes kurdos y otros por Daesh-.
También es probable que aumente la tensión en el sur de Turquía, donde la mayoría de las personas son kurdas, donde los militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) han llevado a cabo una insurgencia violenta de tres décadas que ha visto algunos de sus peores combates en el último año.
"El estilo y los objetivos de los ataques muestran claramente que el objetivo de la organización terrorista separatista es desplazar a Turquía, recortar su fuerza y hacer que concentre su energía y fuerzas en otros lugares", dijo Erdogan en un comunicado.
"Sabemos que estos ataques de los que somos víctimas no son independientes de los acontecimientos en nuestra región, especialmente en Irak y Siria".
Erdogan frecuentemente se refiere al PKK como "la organización terrorista separatista". El PKK, que quiere la independencia para la minoría kurda, es considerado un grupo terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía.
Turquía, un miembro de la OTAN y parte de la coalición estadounidense contra Daesh, también ha mostrado su rechazo al apoyo de Washington a los combatientes kurdos sirios contra Daesh.
Ankara ve a la milicia respaldada por Washington como una extensión del PKK y está preocupado por el avance de los combatientes kurdos a través de sus fronteras en Siria y en Irak, lo que podría inflamar a los militantes kurdos en su país.
Erdogan confirmó que 13 personas murieron y 55 resultaron heridas. Todos los muertos y 48 de los heridos eran militares fuera de servicio, según un comunicado militar.
El autobús fue detenido cerca del campus de la Universidad de Erciyes en Kayseri cuando un coche se acercó y luego explotó, dijo la emisora NTV.
Los milicianos se han dirigido previamente a los autobuses que transportan fuerzas militares o de seguridad, así como a civiles.
El viceprimer ministro Veysi Kaynak comparó el atentado con los bombardeos duales del pasado sábado en el estadio del equipo de fútbol de Estambul Besiktas, que más tarde fue reclamado por una rama del PKK llamada TAK, o los Halcones por la Libertad del Kurdistán.
Cuarenta y cuatro personas murieron y más de 150 resultaron heridas en ese ataque, incluyendo decenas de civiles.
"El ataque con un coche bomba se asemeja al ataque de Besiktas en términos de estilo", dijo a los periodistas, agregando que el incidente no pondría a Turquía fuera de su objetivo de luchar contra los insurrectos.
El ministro de Defensa, Fikri Isik, dijo en Twitter que Turquía multiplicaría sus esfuerzos para luchar contra la insurgencia kurda. "Lucharemos contra estos cobardes con la movilización nacional", declaró.