El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, se refirió al asesinato del ingeniero tunecino vinculado a Hamás la semana pasada, diciendo que "seguiremos haciendo de la mejor manera posible lo que sabemos hacer, es decir, proteger nuestros intereses".

Mohammed Al-Zawari fue asesinado a tiros en su vehículo en Sfax el jueves pasado. Israel, como de costumbre, no ha respondido a las acusaciones de encontrarse detrás del asesinato.

Según el informe publicado en el Times of Israel, Lieberman hizo las declaraciones ayer por la noche durante un evento en la Organización Sionista de la Casa de América en Tel Aviv.

"Si alguien fue asesinado en Túnez, no es probable que sea un activista por la paz o un candidato al Premio Nobel", dijo Lieberman.

El gobierno tunecino ha afirmado que "al menos dos extranjeros" estuvieron involucrados en el tiroteo, con analistas sugiriendo que la agencia de inteligencia y espionaje de Israel, el Mossad, podría encontrarse muy probablemente detrás del asesinato.

El ministro del Interior, Hedi Mejdoub, dijo que los periodistas locales, contratados por personas extranjeras que se hicieron pasar por una compañía de comunicación, fueron, involuntariamente involucrados en los preparativos para el golpe. Según Mejdoub, "la planificación del crimen tuvo lugar durante meses, al menos desde junio".

El ministro también reveló que "los organizadores prepararon dos planes para dos equipos, en caso de que uno fracasara o fuera capturado. El éxito fue planeado meticulosa y completamente".

La Brigada Al-Qassam de Hamás dijo el sábado a la agencia AFP que Al-Zawari fue asesinado por una "traición sionista" y que era un experto en drones que había trabajado para la "resistencia" durante 10 años.