Las fuerzas israelíes demolieron ayer por 107ª vez la aldea beduina de Al-Araqeeb, situada en el desierto del Neguev, al sur del país.
Según los lugareños, los bulldozer israelíes demolieron las instalaciones del pueblo. Un patio y un árbol perteneciente a la familia Bin Hmeid en el pueblo de Wadi Al-Niam y unos baños públicos también fueron destruidos, según dijeron los habitantes locales a la agencia Ma'an.
Las fuerzas israelíes demolieron la última vez el mismo pueblo hace menos de un mes.
Ningún portavoz de la policía israelí se ha mostrado disponible para comentar estas demoliciones.
Las fuerzas israelíes comenzaron a presionar al pueblo con sus demoliciones en 2010, además de presentar múltiples demandas contra los residentes e imponer multas de más de 2 millones de shekels (527.920 dólares).
La primera demolición de Al-Araqeeb tuvo lugar hace más de seis años, el 27 de junio de 2010.
Al-Araqeeb es uno de los 35 pueblos beduinos "no reconocidos" por el Estado israelí. Según ACRI, más de la mitad de los aproximadamente 160.000 beduinos del Neguev residen en aldeas no reconocidas.
La clasificación de sus pueblos como "no reconocidos" impide que los beduinos desarrollen o expandan sus comunidades, ya que sus aldeas son consideradas ilegales por las autoridades israelíes.
Las autoridades israelíes también se han negado a conectar aldeas beduinas no reconocidas con las redes nacionales de agua y electricidad, excluyendo a las comunidades del acceso a los servicios de salud, educación y a la infraestructura básica.
Grupos de derechos humanos han afirmado que la demolición de Al-Araqeeb y otras aldeas beduinas no reconocidas obedece a una política central israelí dirigida a eliminar a la población palestina indígena del Nuegev y transferirla a los municipios de la zona para dar cabida a la expansión de las comunidades judías israelíes.