"Las acciones de Israel en Cisjordania están conduciendo hacia una solución de un único Estado y a la ocupación continua de Israel sobre los palestinos", advirtió el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en un importante discurso pronunciado esta semana.
En un discurso durante una conferencia de prensa en que la era de esperar que el demócrata criticara las políticas israelíes de expansión de las colonias y ocupación permanente sobre los palestinos, Kerry dijo: "Nadie que crea seriamente en la paz puede ignorar la realidad de que los asentamientos están obstaculizando y posponiendo la paz".
"No se trata solamente de la cantidad total de tierra disponible en Cisjordania, sino de si esta tierra está conectada o dividida en pequeñas parcelas como el queso suizo, en cuyo caso nunca podría constituir un Estado real (...)
"Cuanto más puestos avanzados se construyen, más se expanden los asentamientos, y menos posible es crear un Estado palestino contiguo, así que al final un asentamiento no es sólo la tierra en la que se encuentra, sino también el impacto que genera en el movimiento de las personas nativas y cómo afecta a los caminos que conectan una comunidad con otra, con lo cual el sentido del establecimiento de un Estado en estas circunstancias va siendo menos viable con cada nueva construcción.
Kerry agregó: "El problema obviamente va más allá de los asentamientos. Las tendencias indican un esfuerzo decidido por parte de Israel de ocupar la tierra de Cisjordania y de prevenir cualquier desarrollo palestino allí. A día de hoy, el 60% de Cisjordania, el conocido como Área C, la cual se suponía que iba a ser transferida a control palestino hace mucho tiempo, según los Acuerdos de Oslo, está ahora en su mayor parte fuera de los límites del desarrollo palestino. La mayoría del territorio a día de hoy ha sido esencialmente tomada para uso exclusivo de Israel, simplemente por designarla unilateralmente como "tierra estatal".
'Siguiendo la agenda de los colonos'
De hecho, casi ninguna edificación palestina privada ha recibido aprobación israelí para ser erigida en el Área C, solamente un permiso fue emitido por Israel a lo largo de los años 2014 y 2015 mientras que durante el mismo periodo se dio permiso para construir centenares de puestos avanzados israelíes en el mismo territorio.
"Además, las estructuras palestinas en el Área C que no tienen un permiso del ejército israelí están potencialmente sujetas a demolición, y actualmente están siendo demolidas a unos niveles históricamente altos: más de 1.300 palestinos, incluidos más de 300 niños, han sido desplazados por demoliciones solamente en 2016. Esto es más que cualquier año anterior".
"Así que es obvio que la agenda de los colonos está definiendo el futuro de Israel y su propósito declarado es claro, ellos creen en un único Estado, el Gran Israel. De hecho, un importante ministro que dirige uno de partido pro-asentamientos declaró justo después de las elecciones de EE.UU: "La era de la solución de dos Estados ha terminado", y muchos otros ministros de la coalición rechazan públicamente un Estado palestino".
Sus críticas a la construcción de asentamientos israelíes fueron las más comentadas. Hablando sobre los asentamientos, Kerry dijo que la "composición del gobierno israelí actual es la más a la derecha de la historia de Israel. Sus políticas están más comprometidas con la creación de más asentamientos que las de ningún otro gobierno en la historia de Israel, lo cual está llevando a la realidad de un único Estado ocupante".
Kerry rechazó la afirmación de que los asentamientos mejoran la seguridad israelí y cree que la expansión de los asentamientos no tiene nada que ver con la seguridad y, en realidad, es una carga adicional para el país, agregando que "la posibilidad de un Estado palestino viable se debilita con cada nueva construcción" y advirtió "ellos (los colonos) están allí para bloquear la perspectiva de un Estado palestino viable ".
En su esperado discurso antes de abandonar su cargo como Secretario de Estado de Estados Unidos, Kerry expuso la visión de la administración Obama para resolver el conflicto en Oriente Próximo y explicó la decisión de apoyar la Resolución 2334 de la ONU la semana pasada, que declaró los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este como ilegales, "sin validez jurídica" y una "violación flagrante del derecho internacional".
Respondiendo a las acusaciones de que Estados Unidos ayudó en la redacción de la Resolución 2334 de la ONU, Kerry dijo que "los Estados Unidos no redactaron ni presentaron esta resolución", pero insistió en que Estados Unidos apoyó la resolución porque era favorable al interés de todos.
Kerry defendió enérgicamente la resolución de la ONU y rechazó las críticas "de que este voto suponga un desprecio a Israel".
"Si hubiéramos vetado esta resolución el otro día, los Estados Unidos habrían estado dando licencia para la construcción de asentamientos sin restricciones, algo a lo que fundamentalmente nos oponemos", dijo Kerry. "No es esta resolución la que está aislando a Israel. Es la política permanente de construcción de asentamientos la que pone en riesgo la paz".
El político norteamericano hizo hincapié en que la solución de los dos Estados es la única manera de lograr una paz justa y duradera entre israelíes y palestinos, enfatizando que ésta es la única manera de asegurar el futuro de Israel como un Estado judío y democrático.
Comentando la terrible realidad actual, Kerry dijo que la situación en Gaza era trágica y empeoró por el cierre del cruce. de Rafah y el bloqueo israelí. Él cree que los israelíes no son conscientes del alcance del daño de la ocupación de Israel sobre los palestinos, que está socavando la solución de los dos Estados.
El viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución en la que se pedía a Israel que detuviera la construcción de asentamientos y la expansión de su colonización de los territorios palestinos. La resolución, que fue copatrocinada por Malasia, Nueva Zelanda, Senegal y Venezuela, fue aprobada por un resultado de 14 votos a favor, después de que Estados Unidos se abstuviera.
Como represalia a la resolución, Israel y su primer ministro Benjamin Netanyahu han desplegado una batería de medidas de castigo, como la promesa de llevar a cabo “demoliciones por venganza” de cientos de hogares palestinos; la construcción de 5.600 viviendas en Jerusalén Este para edificar asentamientos ilegales; recortar la financiación a cinco instituciones de las Naciones Unidas por un valor de 7,8 millones de dólares con la amenaza de cebarse con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA) con la ayuda de Donald Trump; y ha retirado a sus embajadores de Senegal y Nueva Zelanda