Un nuevo atentado ha sido perpetrado en la capital de Turquía, Estambul, dejando un saldo de 39 muertos y más de 60 heridos, según ha informado el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu.
El ataque se produjo sobre la 1.30 de la madrugada, en el Reina, una conocida discoteca situada a las orillas del Bósforo, donde se celebraba una fiesta de Año Nuevo.
Al parecer, varios atacantes entraron armados en la fiesta, en la que se congregaban cientos de personas y comenzaron a disparar a los asistentes. Aún no se ha podido confirmar la autoría del atentado, si bien el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, ha indicado que se sospecha que los atacantes podrían ser extranjeros. Yildirim sí ha confirmado que, de las 39 víctimas mortales, 16 eran extranjeros -entre ellos una chica palestina con ciudadanía israelí- y 5 ciudadanos turcos, además de otras 18 víctimas cuya identidad está aún por determinar.
El presidente Recep Tayyip Erdogan se ha dirigido a la nación en un discurso en el que ha asegurado que "los terroristas no destruirán la unidad de la nación turca".
A lo largo del último año, más de 300 personas han perdido la vida en atentados en Turquía, la mayoría de ellos perpetrados por el grupo terrorista Daesh o por grupos separatistas armados kurdos.