Unos 1.100 inmigrantes subsaharianos intentaron ayer cruzar la frontera de Ceuta, al norte de África, desde Marruecos, al saltar una valla fronteriza, aunque la mayoría de ellos acabó por regresar, declaró el gobierno español.
Docenas de inmigrantes alcanzaron la cima de la valla de alambre de 6 metros en la madrugada del domingo, antes de ser retirados por grúas, como muestran vídeos de la cadena de televisión local Faro TV.
Sólo se les permitió la entrada a Ceuta a dos personas para llevarlas al hospital, mientras que el resto fueron devueltas a Marruecos, declaró el gobierno español.
El gobierno añadió que cinco policías españoles y 50 marroquíes resultaron heridos cuando los inmigrantes usaron piedras y barras de metal para enfrentarse con las autoridades e intentar atravesar las puertas y llegar a la valla.
Los dos enclaves españoles en Marruecos, Ceuta y Melilla, suelen ser utilizados por inmigrantes africanos como puntos de acceso a Europa. Estos trepan por las vallas fronterizas o intentan nadar hasta la costa.
España ha sido criticada por grupos de derechos humanos por permitir que algunos inmigrantes sean deportados inmediatamente de vuelta a Marruecos en incidentes como este. Argumentan que omitir los largos procedimientos de deportación priva a las personas de la oportunidad de solicitar asilo.
A principios de diciembre más de 400 inmigrantes subsaharianos lograron atravesar la frontera ceutí..
Sin embargo, Libia se ha convertido en un destino más común para los inmigrantes africanos, de los cuales la mayoría proceden de países subsaharianos, que desde allí tratan de cruzar hasta Italia en barco.
El 2016 fue el año más letal para los inmigrantes en el Mediterráneo, con casi 5.000 muertos, según la Organización Internacional de Inmigración.
Por otra parte, el sábado la policía española informó de que una mujer marroquí fue arrestada en Ceuta la semana pasada por intentar colar a un inmigrante de 19 años, metido en una maleta, desde Gabón a España.