Los palestinos residentes en gaza sacaron el máximo partido de los últimos días de 2016, mirando atrás a este año de la mejor manera posible, mientras vivían bajo asedio.
Israel ha impuesto un asedio de diez años en el enclave, limitando la cantidad de productos que entran en la Franja, y con muchas personas todavía viviendo en alojamientos improvisados tras la devastadora guerra con Israel en 2014.
Las finanzas han sido limitadas por el asedio y la falta de salarios, lo que ha perjudicado al poder adquisitivo.
En Gaza, la gente salió a la calle y a la costa y vio llegar a 2017, deseando que el nuevo año traiga alivio a su sufrimiento y un fin al terrible asedio.
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