La policía israelí sugirió ayer que el líder de la facción norte del Movimiento Islámico en Israel, el jeque Raed Salah, debería ser procesado por “incitación al odio”. Esto sucede pocos días antes de que sea liberado de la cárcel de Ramon, donde ha cumplido una condena de nueve meses por “incitación a la violencia”, relacionada con un sermón que dio en 2007 el ocupado Jerusalén este, poco después de que Israel destruyese el histórico puente de Bab El-Magharbeh, que conducía al Noble Santuario de Al-Aqsa.
La policía declaró que los oficiales finalizaron sus investigaciones y le enviaron el documento final al Fiscal General. El caso incluirá el cargo de “actividades en una organización ilegal”, así como “incitación al odio”.
Según la policía, los nuevos cargos contra el jeque Salah se basan en varias declaraciones que realizó tras la proscripción de su movimiento por parte del gobierno israelí en noviembre de 2015. Los oficiales también han investigado otras declaraciones que hizo el jeque respecto al movimiento, su papel en él y otros asuntos desde su punto de vista.