Los iraníes que asistieron a la procesión fúnebre del ex presidente iraní Ali Akbar Hashemi Rafsanjani en Teherán corearon “Muerte a Rusia” y acusaron a su embajada de ser un centro de espionaje; según informó Arabi 21.
El cortejo fúnebre fue retransmitido en directo por la televisión estatal iraní. Sin embargo, cuando los asistentes empezaron a corear la versión del cántico israelí “Muerte a América” pero dirigido a Rusia, la emisión fue cortada de golpe.
Otros informes indican que los iraníes que deseaban la muerte de Rusia también exigieron al régimen teocrático de Teherán que liberara a los líderes del reformista Movimiento Verde; Mir Hossein Mousavi y Mehdi Karroubi.
Tanto Mousavi como Karroubi son políticos iraníes veteranos que en 2009 dirigieron las protestas populares contra el presidente en aquel momento, Mahmoud Ahmadinejad. Las protestas fueron retenidas, y miles de personas fueron condenadas a un arresto domiciliario, incluidos Mousavi y Karroubi.
Minutos después de que la televisión iraní cortara la emisión, la reanudó, pero sin el audio de la procesión fúnebre. En su lugar, pusieron música melancólica para no emitir los cánticos contra Rusia.
Los activistas reformistas también declararon que las autoridades iraníes evitaron que otro ex presidente iraní, Mohammad Khatami, participase en el funeral, debido a las tensiones en el país.
Un vídeo se ha hecho viral en YouTube; muestra al hijo de Rafsanjani empujando a uno de los dirigentes mediáticos de Irán lejos del ataúd de su padre, negándole portarlo. El dirigente es un hombre leal al líder supremo Ayatollah Ali Khamenei, lo que suscita controversia.
Existe mucho descontento entre los iraníes que consideran que la alianza de su país con Moscú les ha causado más problemas de los que ha resuelto.
El año pasado la controversia se causó cuando salió a la luz que el régimen iraní, en secreto, había permitido a los rusos usar la base aérea de Hamadan para llevar a cabo ataques aéreos. Se consideró que Rusia, que antes era una potencia imperial en Irán, intentaba reafirmar su autoridad en su antigua colonia, avergonzando al régimen en Teherán.