Sumergidos en una de las peores hambrunas del mundo, los agricultores de Yemen necesitan ayuda urgente para cultivar más alimentos y proporcionar trabajo a los jóvenes, declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Cerca de dos años de conflicto entre la coalición árabe, dirigida por Arabia Saudí, y los rebeles hutíes, respaldados por Irán; han dejado a más de la mitad de la población de 28 millones de Yemen enfrentándose al hambre, a la crisis económica y a la falta de suministros.
Casi la mitad de las 22 provincias de Yemen han sido calificadas oficialmente en situación de emergencia por hambre; el nivel cuatro en una escala de cinco en la que cinco es hambruna, según declaró la ONU el mes pasado.
“La falta de acceso a la producción de alimentos está empeorando la situación, hay que tomar medidas urgentes”, contó Salah Hajj Hassan, representante de la FAO en Yemen.
Cerca de dos tercios de la población dependen de la agricultura para sobrevivir, y es uno de los únicos sectores de la economía que aún funcionan tras años de guerra.
Pero el conflicto ha dañado seriamente al sector primario, y las comunidades rurales necesitan ayuda para restaurar los cultivos y el ganado.
La ayuda es aún más necesaria para aquellos que viven en áreas remotas o afectadas directamente por el conflicto, aisladas de la ayuda alimentaria.