Nueva Zelanda está presionando para concluir un estancado acuerdo de libre comercio con el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), las seis naciones que incluyen dos de las mayores economías de Oriente Medio, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. El ministro de Comercio, Todd McClay, visitó esta semana los Emiratos y Kuwait en un esfuerzo por promover el acuerdo con el GCC, el sexto socio comercial de Wellington.
Nueva Zelanda concluyó las conversaciones sobre el pacto comercial en 2009, que nunca llegó a ser ratificado. "Todavía queda trabajo por hacer, pero soy optimista, creo que podremos avanzar bastante en el transcurso de este año", dijo McClay a Reuters en una entrevista en el Consulado de Nueva Zelanda en Dubai el martes.
El comercio de dos vías entre Nueva Zelandia y el CCG tiene un valor anual de alrededor de 3000 millones de dólares. Las principales exportaciones de Nueva Zelanda a la región incluyen productos lácteos, carne de oveja y madera, componentes claveen la cesta de exportación de la nación del Pacífico.
La visita regional de McClay sigue a una reunión con su contraparte saudí, Majid Bin Abdullah Al Qasabi, que tuvo lugar en el septiembre pasado, cuando ambos ministros acordaron completar el acuerdo. "Ha llegado el momento de dar los últimos pasos para crear el marco que ayudará a los negocios y el comercio entre el CCG y Nueva Zelanda", explicó.
Los Estados del Golfo están atravesando un período de reformas económicas tras más de dos años de bajos precios mundiales del petróleo que han forzado un endurecimiento de los presupuestos regionales. Según el ministro de Nueva Zelandia, la presión de los bajos precios del petróleo y otros cambios en la economía mundial habían llevado a los países del Golfo a repensar sus políticas sobre el comercio exterior y a confiar menos en los productos petroquímicos para sus ingresos.