El Programa Mundial de Alimentos (PMA) declaró ayer que ha reducido a la mitad la ración de alimentos distribuida a los 1,4 millones de iraquíes que han huido de la guerra contra el Daesh, debido a retrasos en el pago de fondos por parte de los Estados donantes.
“De algún modo, este año estamos recibiendo los compromisos de los donantes algo tarde; estamos hablando con ellos, pero aún no tenemos mucho dinero”, declaró Inger Marie Vennize, portavoz de la agencia de la ONU.
“Este mes tenemos que reducir las raciones.”
El PMA está en conversaciones con Estados Unidos – su mayor donante -, Japón y demás, para asegurar los fondos que restauren las raciones completas.
“Las reducciones al 50% en las raciones mensuales afectan a más de 1,4 millones de personas en Irak”, cuenta Vennize.
Ya se ha sentido el impacto en los campamentos al este de Mosul, la ciudad norteña controlada parcialmente por el Daesh. Unas 160.000 personas han sido desalojadas desde que comenzó en octubre la campaña militar para recuperar Mosul de manos de los rebeldes.
“Al principio, nos dieron grandes cantidades de alimentos, pero ahora lo han reducido”, afirma Omar Shukri Mahmoud en el campamento de Hassan Sham.
“Le dan a una familia entera la ración de una sola persona… No hay ningún trabajo… Queremos volver a casa”, añadió.
“Somos una familia grande, esta ración no será suficiente”, dice Safa Shaker, de 39 años y con una familia de 11 miembros.
“Huimos del Daesh para tener la oportunidad de vivir, y ahora llegamos aquí y reducen las ayudas. ¿Cómo se supone que vamos a vivir?”, nos cuenta, mientras cocina para su familia.
Unos tres millones de personas han tenido que huir de sus hogares en Irak desde 2014, cuando el Daesh tomó el control de amplias zonas del país y del vecino, Siria, así como la campaña de bombardeos y desalojos en ciudades de Irak como represalia contra los militantes.