Los grupos de derechos humanos egipcios están siendo blanco de una campaña de phishing a gran escala que se cree que está encabezada por la agencia de inteligencia egipcia, según una investigación conjunta de la Iniciativa Egipcia por los Derechos Personales (EIPR) y Citizen Lab.
Casi todos los objetivos de la campaña están implicados en el caso 173, un caso legal presentado por el gobierno egipcio contra las ONG y asuntos de financiamiento externo, declararon los grupos.
El informe, titulado "Nile Phish", aclaraba que los ataques ocurrieron durante los últimos meses y hasta el 31 de enero.
"No tengo ninguna duda de que esto es una agencia estatal", declaró Gasser Abdel Razek, director ejecutivo de EIPR. "¿Quién más estaría interesado y dispuesto a invertir el tiempo y esfuerzo en este tipo de ingeniería social coordinada excepto el Estado?".
El phishing es el intento de obtener información confidencial como nombres de usuario, contraseñas y detalles de tarjetas de crédito (e indirectamente dinero), a menudo por razones maliciosas, disfrazándose como una entidad confiable en una comunicación electrónica. |
Aunque Citizen Lab no llegó a la misma conclusión, porque su investigación se basó únicamente en aspectos técnicos, uno de sus colaboradores aseveró: "La sofisticación fue en el engaño más que en la tecnología".
John Scott-Railton continuó: "Lo que diferencia esta campaña fue la medida en que estaba vinculada a las cosas que sucedían día a día, hora a hora en Egipto".
El primer caso sucedió el 7 de diciembre, Azza Soliman, destacada abogada y defensora de los derechos de las mujeres, fue detenida en su casa. Apenas unas horas después de haber sido detenida, el personal de varias ONG recibió un correo electrónico disfrazado de Dropbox con un archivo PDF que supuestamente era el informe de la policía sobre el arresto de Soliman. Para ver el archivo, el objetivo tendría que ingresar su contraseña de Dropbox en un formulario que realmente fue controlado por el operador del ataque.
"Los puntos de sincronización se deben a una fuerte coordinación gubernamental", aclaró Ramy Raoof, el técnico especialista jefe de investigación en EIPR que trabajó en la investigación. "Nadie habría podido desplegar este tipo de ataque usando la orden de arresto de Azza Soliman rápidamente, a menos que supieran de antemano que la detención iba a suceder".
Desde la expulsión del primer presidente democráticamente elegido, Mohamed Morsi, por un golpe militar, Egipto ha sido testigo de lo que se describe ampliamente como una "represión sin precedentes" tanto de la sociedad civil como de la disidencia. Decenas de miles de activistas se están recluyendo en las cárceles debido a su oposición al golpe de Estado y al gobierno del líder militar Abdel Fattah As-Sisi.