Muchos medios de comunicación siguen repitiendo los mismos errores a la hora de cubrir los asesinatos de palestinos por parte de las fuerzas israelíes, errores que resultan en un blanqueamiento de la violenta rutina de la policía israelí.
Cuando escribí acerca de este tema el año pasado, me centré en el punto de vista de medios como Reuters y TheAssociatedPress (AP), basándome en que sus artículos se transmiten globalmente, y que su cobertura – más que la de otros – se considera más objetiva.
Por desgracia, los defectos que han caracterizado la cobertura de los eventos desde el otoño de 2015 siguen dándose en 2017 – como demuestran los siguientes ejemplos.
El 10 de enero, las fuerzas israelíes dispararon y mataron a Mohammad Salhi durante una redada nocturna en el campo de refugiados de al-Far’a, cerca de Tubas. Salhi fue asesinado en su propia casa, enfrente de su madre. El ejército israelí declaro que Salhi estaba tratando de apuñalar a un soldado cuando le dispararon; su familia lo niega.
Pero, ¿cómo informó Reuters del incidente? El titular ya es un mal comienzo: ‘Las tropas del ejército israelí matan a un palestino armado en una redada en Cisjordania’. Esto ya nos da a entender el tono de todo el artículo, que empieza con la versión del ejército del suceso.
“Los soldados israelíes dispararon a un palestino que, según dijeron los militares intentó atacarles con un cuchillo durante una redada el martes, cuyo objetivo era detener a varios sospechosos militantes en un campo de refugiados de Cisjordania”. Después, citan un comunicado militar, que declara que “las fuerzas ordenaron al atacante que se detuviera, pero siguió avanzando, por lo que le dispararon, lo que resultó en su muerte.”
Entre los párrafos se hace referencia a un comunicado del Ministro de Exteriores palestino, quien declaró que Salhi “fue ‘ejecutado a sangre fría’ por los soldados en su propia casa, delante de su madre.”
La muerte de un civil palestino en su propio hogar mereció 141 palabras de artículo – de las cuales 91 se usaron para repetir la versión del suceso contada por el ejército, el asesino. Pero la cosa va a peor. Reuters contextualiza el asesinato de Salhi declarando que “las fuerzas israelíes suelen llevar a cabo redadas en Cisjordania para capturar a sospechosos y encontrar armas escondidas.”
En realidad, estas redadas, dirigidas por las fuerzas israelíes, suelen tener como objetivo a activistas políticos y por los derechos humanos y periodistas. Algunas redadas se realizan puramente para acosar. Y noten como este saneamiento de uno de los aspectos más flagrantes de la ocupación militar israelí se considera un hecho.
El artículo de Reuters finaliza con un resumen de las muertes desde octubre de 2015. De nuevo, hay que fijarse: Los israelíes (y dos estadounidenses) “fueron asesinados en una ola de ataques callejeros palestinos”. En cambio, los palestinos “fueron asesinados en trifulcas violentas.”
Así que los israelíes son asesinados por los atacantes palestinos – pero los palestinos mueren a manos de una ‘violencia’ sin nombre. Reuters nota de manera acrítica cómo “Israel declara que al menos 158 de las víctimas palestinas fueron agresores, mientras que los otros murieron en enfrentamientos y protestas.”
Podría discutirse si el reportaje de TheAssociatedPress es peor. El titular tan sólo dicta: “Las tropas israelíes disparan a un atacante palestino armado con un cuchillo” – sin ni siquiera informar de que fueron las fuerzas del ejército. El pequeño reportaje (130 palabras, incluyendo la contextualización), solamente aporta el punto de vista del ejército, y sólo hace la observación de que “los palestinos declaran que Sahli fue disparado en su casa” (que no ayuda mucho).
Mientras tanto, el párrafo que nos aporta contexto declara: “Desde septiembre de 2015, varios atacantes palestinos han asesinado a 40 israelíes y a dos visitantes americanos. En este tiempo, 231 palestinos, sobre todo atacantes, han sido asesinados por las fuerzas israelíes”. “Atacantes” palestinos asesinaron a israelíes, mientras que los “atacantes” palestinos fueron asesinados.
Ahora, contrastemos las versiones de Reuters y AP con otras versiones internacionales. Por ejemplo, otras dos fuentes (una israelí y otra palestina) que citaron a un habitante del campamento que testificó que los soldados israelíes dispararon a Salhi “sin un motivo justificado”, describiendo el asesinato como “una ejecución”.
Al Jazeera citó a otro testigo: “Dispararon a Salhi por sorpresa y se vio cara a cara con los soldados”. Añadió: “Al parecer, Salhi no sabía que estaba pasando, así que se enfrentó a los soldados para proteger a su familia. Entonces, le dispararon.”
Lo más importante es que estas y otras agencias de noticias suelen omitir detalles que contradicen la versión de las autoridades israelíes. Este tipo de reportaje defectuoso se ha convertido en la norma más que en la excepción.
Consideremos el caso del asesinato de Qusay Hassan al-Umour, de 17 años, al que soldados israelíes asesinaron el 16 de enero durante la represión de una protesta no armada en el pueblo de Tuqu, cerca de Belén. En el día en cuestión, Reuters publicó un pequeño artículo, que dictaba:
“La policía fronteriza de Israel disparó a un joven palestino de 17 años durante un enfrentamiento con unos manifestantes en Cisjordania el lunes. La violencia se disparó cerca de Belén entre una multitud de palestinos que lanzaban piedras a las tropas israelíes.”
Reuters citó a un portavoz israelí: “Cientos de manifestantes lanzaron piedras hacia las fuerzas de seguridad. Debido a la propagación de la violencia, la policía disparó balas de 0.22 contra uno de los principales instigadores a la violencia, lo que resultó en su muerte.”
De nuevo, un informe breve y superficial sobe la muerte de un palestino – en este caso, un niño – que sólo hace mención a la versión de las autoridades israelíes. Ni siquiera nombran a Qusay.
Sin embargo, un vídeo demuestra cómo las fuerzas israelíes dispararon al joven desarmado desde cierta distancia, lo que confirma que no podría haber supuesto ninguna amenaza en el momento en el que fue disparado. Después, los soldados arrastraron su cuerpo hasta sus jeeps – no está claro si ya estaba muerto.
Otro ejemplo, también de las primeras semanas de 2017. El 17 de enero, las fuerzas de ocupación israelíes mataron a un marido y padre de 44 años, Nidal Daoud Mahdawi. Fue asesinado en lo que las autoridades declararon como un apuñalamiento en un punto de control a las afueras de Tulkarem.
Así es como Reuters informó del accidente, con un artículo coronado por el titular ‘Soldados militares israelíes disparan a un asaltante palestino’.
“Las tropas israelíes dispararon el martes a un palestino que intentaba apuñalar a un soldado en un punto de control en Cisjordania. ‘Defendiéndose ante la inminente amenaza, las fuerzas dispararon al asaltante, lo que resultó en su muerte’, afirmó una portavoz del ejército.”
Y eso es todo. Un párrafo de 46 palabras sobre el comunicado de prensa del ejército israelí.
Sin embargo, un vídeo anula la versión de las autoridades israelíes. La cámara muestra cómo Nidal está parado tranquilamente cuando un soldado dispara cerca de él. Entonces, Nidal comienza andar, y cada vez suenan más disparos. Empieza a correr, y es entonces cuando le alcanza un disparo mortal.
En un reciente artículo de opinión, el periodista israelí Gideon Levy escribió: “A nadie le importa cuando las víctimas son árabes. Cuando muere un soldado en un accidente, está en la página frontal. Pero cuando asesinan a un palestino mientras camina hacia su casa, a nadie le importa.”
Por desgracia, esta clase de actitud, ya sea por negligencia o con intención, ha influido la cobertura de las agencias de noticias, ayudando a camuflar la violencia de la ocupación militar israelí.