Yemen ha declarado que no suspenderá las operaciones antiterroristas con el gobierno estadounidense, a pesar de la controversia sobre una incursión de comandos estadounidenses contra militantes de Al Qaeda en la que también murieron varios civiles.
La incursión en la provincia de al-Bayda, aprobada por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió en una batalla fatídica tanto para los yemeníes como para los invasores
Funcionarios yemeníes aclararon a Reuters que el gobierno de Sana no había retirado su permiso a Estados Unidos para que llevará a cabo misiones terrestres de operaciones especiales, pero había aclarado sus "reservas" sobre la última operación.
Una declaración hecha por la embajada de Yemen en Washington declaró que el gobierno "subraya que no ha suspendido ningún programa relacionado con las operaciones antiterroristas en Yemen con el Gobierno de Estados Unidos".
El gobierno yemení "reitera su firme posición de que cualquier operación antiterrorista llevada a cabo en Yemen debe continuar en consulta con las autoridades yemeníes y que se deben tomar medidas cautelares para prevenir las bajas civiles".
El presidente yemení, AbdRabbu Mansour Hadi, se reunió con el embajador estadounidense en Yemen y "dejó claras sus reservas sobre los problemas con la última operación", declaró a Reuters un alto funcionario yemení.
Funcionarios de defensa estadounidenses aclararon que estaban investigando los informes de víctimas civiles en la redada.El senador estadounidense John McCain criticó la operación y aseveró el martes a la cadena de televisión NBC:
"Cuando pierdes un avión de 75 millones de dólares y, lo que es más importante, pierdes una vida norteamericana, no creo que puedas llamarla un éxito".
Pero el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, defendió la operación el miércoles, calificándola de "absolutamente un éxito".
"Creo que cualquiera que socave el éxito de esa incursión, debe una disculpa a la vida del Jefe Owens", declaróSpicer, refiriéndose al marine delas Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina de EE.UUque murió.
El Gobierno yemení ha estado apoyando una campaña de Estados Unidos contra la poderosa sucursal de Al Qaeda durante más de una década.
EE.UU. trabaja con Hadi
El Departamento de Estado declaró que Estados Unidos continuaría trabajando con Hadi "y sus representantes para asegurar que esta importante alianza permanezca sólida con el fin de erradicar a Al Qaeda y al Estado islámico de Yemen".
El ataque de comandos realizados el 29 de enero fue solo el segundo ataque terrestre públicamente reconocido por las fuerzas estadounidenses en Yemen.
Funcionarios militares estadounidenses declararon a Reuters la semana pasada que la operación reciente se realizó sin suficiente conocimiento sobre el terreno, apoyo en tierra ni preparativos adecuados.
Como resultado, tres funcionarios declararon que el equipo atacante de SEAL se encontró cayendo sobre una base reforzada de Al Qaeda defendida por minas terrestres, francotiradores y un contingente mayor de lo esperado de guerrilleros bien armados.
Pero el Comando Central del Ejército de Estados Unidos declaró la semana pasada que solo se adentra en operaciones que cree tener una buena oportunidad de éxito basándose en su planificación.
Un funcionario de la Casa Blanca afirmó que la operación fue investigada a fondo por la administración anterior y que el anterior secretario de Defensa la había firmado en enero.
La situación en Yemen es complicada tras la invasión de Arabia Saudí para defender al gobierno títere del país, la invasión tiene como objetivo el movimiento hutí que lucha por un Gobierno yemení autónomo. Aunque el gobierno es reconocido internacionalmente, los hutíes controlan muchos de los principales centros de población de Yemen, incluyendo la capital.