Las fuerzas de seguridad tunecinas están utilizando la tortura, las detenciones arbitrarias y las detenciones en su guerra contra las fuerzas de oposición asociadas al líder derrotado Zine El Abidine Ben Ali, según dijo hoy Amnistía Internacional.
El grupo de derechos humanos dijo en un informe que tales prácticas están amenazando el camino hacia la reforma democrática en un país que fue el lugar de nacimiento de los levantamientos árabes contra la autocracia.
Túnez dice que reconoce que algo de lo que Amnistía ha señalado existe, pero que solo se da en casos aislados y que no existe un abuso sistemático o una política de tortura por parte de las fuerzas del Estado.
Túnez ha sido elogiada como un ejemplo de transición democrática pacífica desde el derrocamiento de Ben Ali en 2011, con un compromiso entre líderes seculares e islamistas, dos elecciones libres y una nueva constitución.
Pero ha luchado para hacer frente a una creciente oleada de ataques, algunos de los cuales implicaban al Daesh, contra los turistas extranjeros, la vitalidad económica del país.
Desde noviembre de 2015, Túnez ha estado bajo el estado de emergencia que permite a las autoridades moverse con más libertad frente a sospechosos de terrorismo.
Las autoridades tunecinas temen nuevos ataques, las fuerzas de seguridad arrestaron a unos 2.000 sospechosos desde 2015 en barridos antiterroristas, colocaron a decenas bajo arresto domiciliario y evitaron que más de 5.000 viajaran al extranjero para unirse a grupos militantes tales como Daesh.
El informe de Amnistía detallaba casos de tortura, arrestos, detenciones arbitrarias, búsquedas domiciliarias sin órdenes judiciales, así como asignación arbitraria de órdenes de residencia y restricciones de viaje.
Pero el ministro tunecino de Derechos Humanos, Mehdi Ben Gharbia, dijo a Reuters: "Todas las violaciones mencionadas en el informe... son casos aislados y están siendo investigados. No podemos aceptar este tipo de violaciones en el nuevo Túnez".
"En Túnez ganaremos nuestra batalla contra el terrorismo, pero también ganaremos la batalla de los valores de derechos humanos y seguiremos reformándonos y cambiando de mentalidad", agregó.
Una Comisión de Verdad y la Dignidad destinada a ayudar a la joven democracia de Túnez ha comenzado a investigar los abusos policiales y los casos de tortura y arrestos arbitrarios durante decenios de gobierno autoritario antes de la revuelta de 2011.