Las fuerzas iraquíes enviaron hoy simbólicos ataúdes en memoria de los manifestantes muertos durante los violentos enfrentamientos del sábado en la plaza Tahrir de Bagdad, tras los temores de que sus rememoraciones empeorasen la situación de seguridad.
El sábado, numerosos manifestantes, la mayoría partidarios del clérigo chií Muqtada Al-Sadr, se reunieron en la plaza durante una protesta por la reforma electoral. Siete personas murieron en la manifestación exigiendo que los comisionados electorales del país fueran reemplazados y la ley electoral fuese reformada.
Como resultado, los iraquíes volvieron a las calles ayer y pusieron flores y ataúdes en la plaza Tahrir en memoria de los muertos. Cuando las autoridades retiraron los ataúdes, los manifestantes tomaron las calles de nuevo cantando consignas contra las fuerzas de seguridad, lo que les llevó a devolver los ataúdes a su lugar, dijo el capitán de la policía Ahmad Khalaf.
Las fuerzas de seguridad iraquíes impusieron ayer medidas estrictas en la capital, por temor a nuevos enfrentamientos con los partidarios de Sadr durante el funeral simbólico para las víctimas.