Cada palestino gazatí residente en Jordania debe pagar 300 dólares cada dos años para renovar su pasaporte temporal, en lugar de la cuota de 35 dólares que solían pagar. Poseer un pasaporte jordano temporal ahora cuesta 150 al año, o 13 al mes, que es aproximadamente equivalente al saldo de una factura mensual de electricidad, agua, teléfono o similar.
Por supuesto, esos 13 dólares al mes son solo un coste hipotético, ya que no hay familias en Jordania, ni de Gaza ni de otros lugares, que consistan en un solo miembro. De hecho, el tamaño promedio de la familia es de 5 a 7 personas. Una familia de cinco necesitaría cinco pasaportes y asignaría 65 dólares al mes para renovarlos cada dos años. El total total de 1.500 debe ser pagado en efectivo para cada renovación.
Esta mini-crisis financiera es el resultado de la decisión del gobierno de aumentar el coste por ocho para renovar pasaportes jordanos temporales. Los pasaportes temporales siempre deben estar validados porque sus titulares solo tienen una forma más de identificación, la tarjeta nacional de identidad. Sin embargo, ésta solo se otorga a aquellos con un pasaporte validado, y cualquier persona sin un pasaporte temporal no será admitida en las escuelas o universidades. Aunque el poseedor no tenga la intención de viajar al extranjero, su pasaporte debe ser renovado.
Lo que estamos viendo es simplemente otro episodio de sufrimiento al que están sometidos los palestinos de Gaza en Jordania. Hace sólo unos meses, el gobierno les obligó a obtener permisos especiales de trabajo. Estos permisos son muy caros y actúan como una nueva restricción en su entrada para formar parte de la fuerza de trabajo. Además, los jordano-palestinos de origen gazatí que tienen pasaportes temporales no están autorizados a trabajar en un gran número de campos, incluyendo medicina, ingeniería y derecho. Además, sólo pueden afiliarse a sindicatos profesionales como "extranjeros" y no se les permite tener propiedad, incluyendo propiedades residenciales para uso personal.
El aspecto aterrador de la crisis sufrida por esta comunidad olvidada es que la mayoría de ellos nacieron en Jordania. Hay cerca de 150.000 palestinos de Gaza que tienen pasaportes jordanos temporales, y más del 70% de ellos nacieron en el reino. Las autoridades de ocupación israelíes no les permiten regresar a Gaza, Cisjordania o cualquiera de los territorios palestinos, mientras que Egipto, que administró la Franja de Gaza hasta 1967, les prohíbe entrar o atravesar sus territorios o incluso embarcar en sus aviones, aunque se dirijan a otra parte.
Por lo tanto, viven definitivamente como refugiados, incapaces de regresar a sus hogares. La mayoría ha pasado la mayor parte o la totalidad de sus vidas en Jordania y no conoce ningún otro país. A pesar de esto, cuando van a buscar trabajo, son considerados "extranjeros" y deben tener un permiso de trabajo y un pasaporte validado, y ambas cosas requieren que tengan ganancias mayores que sus costes de la vida diaria. Su situación en Jordania es similar a la de los refugiados palestinos en el Líbano. En ambos casos, se enfrentan a un gran sufrimiento injustificado. No es apropiado para los árabes tratar a los palestinos de esta manera, restringiéndoles así en vez de apoyar su perseverancia y dedicación a su país y tierra.
¿Por qué se prohíbe a los palestinos trabajar en una larga lista de profesiones, incluyendo taxistas y maestros, o poseer una casa para vivir o una camioneta para usar como porteador o distribuidor? ¿Por qué se imponen impuestos que rozan la extorsión a las personas a las que se les veta el trabajo, el movimiento, la propiedad y muchos otros derechos humanos básicos? ¿Cuál es el significado de todo esto? ¿Por qué los gobiernos árabes quieren expulsar a los palestinos y obligarlos a emigrar a miles de kilómetros de Palestina?
Traducido de Al-Quds Al-Arabi, 21 de febrero de 2017