La situación que viven los beduinos palestinos, con la amenaza de demolición de sus casas cerniéndose sobre ellos, es "inaceptable", según dijeron ayer funcionarios de la ONU que visitan a las comunidades beduinas.
La delegación visitó la comunidad beduina palestina de Khan Al-Ahmar, en el distrito del Jerusalén oriental ocupado, que está bajo amenaza de traslado forzoso por parte de las autoridades israelíes que enviaron el domingo avisos de demolición a todas las casas.
El coordinador de la Ayuda Humanitaria y Actividades de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Territorio Palestino Ocupado, Robert Piper, y Director de Operaciones de UNRWA en Cisjordania, Scott Anderson, visitaron el pequeño pueblo ubicado en el Área C -que representa más del 60% del territorio y está bajo el control total de Israel-.
"Khan Al-Ahmar es una de las comunidades más vulnerables en Cisjordania, lucha por mantener un nivel mínimo de vida ante la intensa presión de las autoridades israelíes por trasladarles a un sitio de reubicación planificado", dijo Piper en un comunicado, agregando que "esto es inaceptable y debe detenerse".
Durante la semana pasada, las autoridades israelíes entregaron avisos de demolición a las 40 viviendas del pueblo y a la escuela primaria, incluyendo órdenes de detencion de actividad laboral dirigidas a varias estructuras del pueblo. Los locales dijeron a Ma'an que las fuerzas israelíes impusieron un cierre militar en la zona antes de entregar las órdenes de demolición, ya que a los profesores y estudiantes de la escuela se les impedía acceder al edificio.
A pesar de que la comunidad, y la escuela en particular, ha sido amenazada con la demolición por el gobierno israelí durante años, los locales dijeron que la emisión de órdenes de demolición a cada casa ha sido un golpe sin precedentes.
El periódico israelí Haaretz informó de que las autoridades israelíes confirmaron que la emisión generalizada de órdenes de demolición no tenía precedentes en la zona y que la incursión fue "una declaración de intenciones antes de un intento de evacuar a toda la aldea".
Los avisos de demolición fueron emitidos incluso a pesar de que la comunidad encuentra casi imposible obtener los permisos de construcción israelíes.
Según la declaración emitida por la ONU, la ejecución de estas órdenes en Khan Al-Ahmar "afectaría directamente los hogares y los medios de subsistencia de más de 140 refugiados palestinos, más de la mitad de ellos niños".
La declaración también destacó que las órdenes también se han dirigido a la escuela primaria del pueblo, construida con neumáticos y barro. La escuela fue construida con la ayuda de donantes internacionales, y según la ONU sirve a unos 170 niños beduinos en la zona.
"Los acontecimientos de Khan Al-Ahmar no son únicos", dijo Piper. "Miles de familias viven con miedo a las demoliciones en cualquier momento, y comunidades enteras persisten en una inestabilidad crónica".
"Cuando las escuelas son demolidas, el derecho a la educación de los niños palestinos también está amenazado. Esto crea un ambiente coercitivo que obliga a ciertas comunidades palestinas a moverse a otra parte", señaló.
Añadió que la comunidad internacional debe trabajar en conjunto para apoyar y proteger a las comunidades vulnerables como los beduinos, mientras "insiste en que se respete el derecho internacional".
La declaración reiteró la ya antigua condena de la ONU a la transferencia forzada de comunidades beduinas sin su consentimiento libre, previo e informado.
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