La hija del ex presidente iraní y presidente del Consejo de Discernimiento, Akbar Hashemi Rafsanjani, quien falleció a los 83 años el pasado 8 de enero, ha declarado que las razones dadas para la muerte de su padre siguen siendo sospechosas.
Fatima Rafsanjani aseguró a la agencia noticiosa iraní ISNA que las "pruebas presentadas por los médicos" sobre la muerte de su padre "no son convincentes y son opuestas a lo que ella sabe". Añadió que las declaraciones del ministro de Salud y varios médicos que examinaron el cuerpo de su padre "eran inexactas y contradictorias". También destacó que su padre gozaba de buena salud antes de su muerte y que fue examinado antes del fallecimiento por un médico iraní con experiencia que vive en los Estados Unidos.
Los partidarios del Movimiento Verde de la oposición iraní afirmaron que Rafsanjani podría haber sido asesinado utilizando medios biológicos, con motivo de los enfrentamientos con el líder supremo iraní Ali Khamenei.
El periodista RouhAllah Zim, cercano a los líderes del Movimiento Verde, informó a la emisora de radio Voice of America en persa que "Rafsanjani murió ahogado en la piscina del gimnasio".
Mehdi Khozali, hijo del difunto clérigo chiíta Abul Qasim Khozali, denunció que los familiares de Rafsanjani están sometidos a presiones y que no se les permite hablar sobre la muerte de su padre.
Una declaración del ministro iraní de Salud, Hassan Qazi Zada Hashemi, ha provocado controversia, éste afirmaba que el equipo médico de Rafsanjani no estaba con él cuando su salud se deterioró, por lo que fue llevado al hospital, pero ya era demasiado tarde.