Un avión del gobierno sirio bombardeó deliberadamente un convoy humanitario, matando a 14 trabajadores y paralizando las operaciones de ayuda humanitaria, este episodio fue recogido en el informe que presentaron ayer investigadores de la ONU, informe que identifica los crímenes de guerra cometidos por ambas partes en la guerra de Siria.
Las fuerzas sirias y rusas llevaron a cabo ataques aéreos diarios en Alepo oriental, en manos de la oposición entre julio y su caída el 22 de diciembre, matando a cientos de personas y destruyendo hospitales, se asegura en el informe.
Los orfanatos, escuelas y hogares fueron "casi borrados del mapa", explicó el presidente del comité investigador, Paulo Pinheiro, en una conferencia de prensa.
Por otra parte, los grupos de oposición bombardearon Alepo occidental, controlada por el gobierno, matando y dañando a docenas de personas, añade el informe. Evitaron a los civiles huir a la parte de la ciudad segura, usándolos como escudos humanos.
"La escala de lo que sucedió en Alepo no tiene precedentes en el conflicto sirio. Gran parte de Alepo ha sido reducida a escombros, cuando fue una de las ciudades más grande de Siria, así como su centro comercial y cultural, un sitio declarado patrimonio mundial de la UNESCO", lamentaba Pinheiro.
Pidiendo justicia
Pidió que se garantice que "los responsables de esta situación algún día sean llevados ante la justicia".
Su equipo estaba dispuesto hacer pública su lista confidencial de sospechosos de crimines de guerra y proporcionársela al nuevo organismo de la ONU en Siria que se estableció en Ginebra para preparar los procesos penales.
"La justicia debe actuar tarde o temprano, debido al gran número de víctimas", afirmó la abogada Carla del Ponte.
"Lo que hemos visto aquí en Siria, nunca se vio en Ruanda, ni en la ex Yugoslavia, en los Balcanes. Es realmente una gran tragedia ", agregó. "Desafortunadamente no tenemos tribunal".
Las bombas de racimo han sido "utilizadas de forma generalizada" y arrojadas por aire a zonas densamente pobladas, según el informe.
"Hemos establecido muy claramente en el informe que la fuerza aérea siria es responsable de estos ataques, no tenemos ninguna evidencia que vincule a Rusia a esos ataques con armas químicas prohibidas", manifestó Pinheiro. Los investigadores no atribuyen ningún crimen de guerra específico a las fuerzas rusas, pero Pinheiro aseguró que seguirían investigando la responsabilidad de Rusia en el conflicto "si y cuando podemos probarlo lo haremos".
El informe de la Comisión de la ONU, publicado a medida que las conversaciones de paz continúan en Ginebra, abarca el período de julio a diciembre y se basa en 291 entrevistas con víctimas y testigos, así como análisis de pruebas forenses e imágenes de satélite.
Acción deliberada
Los investigadores acusaron al gobierno sirio de un "ataque meticulosamente planeado y despiadadamente llevado a cabo" contra un convoy de la ONU y de la Media Luna Roja Siria en Orum Al-Kubra, en el oeste de Aleppo, el 19 de septiembre, que mató a 14 cooperantes de ayuda internacional.
En ese momento, el ejército sirio y Rusia negaron la responsabilidad en el ataque. Una investigación anterior de la ONU no pudo determinar quién dirigió el mismo.
"Utilizaron fuego aéreo aún sabiendo que los voluntarios y trabajadores humanitarios estaban operando en el lugar, las fuerzas sirias cometieron el crimen de atacar deliberadamente al personal de ayuda humanitaria, negar la ayuda humanitaria y atacar a civiles", concluyó el informe.