Los enfrentamientos estallaron durante el cuarto día entre Turquía y las fuerzas rebeldes respaldadas por las fuerzas del SDF al oeste de Manbij, lugar que los rebeldes han prometido recuperar.
Un grupo afiliado a la SDF dijo el jueves que entregaría las aldeas de la zona donde ha estado luchando contra los rebeldes respaldados por Turquía por control del gobierno sirio, en virtud de un acuerdo con Rusia.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo el martes pasado que Manbij era el próximo objetivo de la campaña tras la captura de al-Bab de Daesh.
Turquía considera a la milicia kurda YPG, la espina dorsal de la SDF, como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo que ha llevado a cabo una insurgencia de tres décadas en Turquía.
El YPG ayudó a capturar Manbij de Daesh el año pasado en una campaña respaldada por Estados Unidos bajo la bandera de SDF. El YPG afirma que no queda nada en Manjib. Pero Turquía sigue afirmando que el grupo permanece en la ciudad.
Una milicia aliada de Estados Unidos en el norte de Siria dijo el jueves que entregaría las aldeas en la línea de frente donde ha estado luchando contra rebeldes respaldados por Turquía para el control del gobierno sirio, en virtud de un acuerdo con Rusia.
No hubo disponible ningún funcionario del SDF para confirmar si se habían entregado dichas aldeas al gobierno sirio.
La entrada de Turquía en la guerra de Siria a través de la campaña del Escudo del Éufrates, en apoyo a los grupos rebeldes que luchaban bajo la bandera del Ejército Sirio Libre tenía la intención de empujar a Daesh desde la frontera y detener la expansión kurda allí.