Portuguese / Spanish / English

Oriente Medio cerca de usted

¿Serán reales los cambios políticos en Sudán?

Bakri Hassan Saleh

La toma de posesión del general Bakri Hassan Saleh del cargo de primer ministro, el primero en casi 28 años, marca un nuevo capítulo de la política sudanesa y crea una esperanza de un verdadero cambio político.

Saleh es un viejo amigo y confidente del presidente Omar Hassan Al-Bashir, y fue una de las figuras clave en el golpe de Estado de 1989 que llevó al Consejo Revolucionario, ahora el gobernante Partido del Congreso Nacional. Bakri, como se le conoce, reemplazará al líder sudanés si Al-Bashir decide renunciar al poder en 2020.

La decisión de crear el puesto de Primer Ministro se tomó tras dos años de diálogo nacional con grupos de la oposición. Los legisladores aprobaron la nueva ley en diciembre, y el nombramiento de Sale abre el camino para un gabinete que no nombrará él, sino Al-Bashir, que, bajo la nueva legislación, conserva gran parte de sus poderes ejecutivos.

Saleh, de 68 años, que mantiene su puesto actual como vicepresidente, describió su toma de posesión como un “momento histórico” que armoniza a todos los partidos y poderes políticos. Pero algunos analistas no comparten este punto de vista, por ejemplo,KhalidTigani, redactor jefe del diario semanal Elaff, que considera estos cambios como “en general, una continuación del gobierno de Bashir.”

urante los últimos años, la pregunta que lotaba en el ambiente político sudanés era quien reemplazaría a Al-Bashir. A pesar de garantizar en 2015 que no intentaría ser reelegido, Al-Bashir ganó con una victoria aplastante que fue boicoteada por la oposición sudanesa. El presidente de 73 años ha pasado por cinco operaciones serias en los últimos cinco años; dos en la garganta y se cree que otra fue una cirugía de corazón. Aún peor, hay rumores no confirmados de que padece cáncer.

Dados sus problemas de salud, es probable que Al-Bashir tenga que renunciar, pero no está claro en qué dirección se dirigirá el país cuando su gobierno culmine. Los analistas consideran el próximo periodo un test para Bakri Hassan Saleh para demostrar su capacidad de liderazgo. Saleh ha ocupado cargos de importancia en el gobierno de Bashir en los ministerios de Interior, Defensa y Asuntos Presidenciales. Es una figura controvertida que ha preferido evitar los focos durante los años turbulentos del caos político de Sudán. Notablemente, durante los conflictos entre el político veterano Hassan Abdullah Al-Turabi y el presidente Al-Bashir, Sadeh adoptó una postura conciliatoria, pero permaneció fiel al liderazgo del Al-Bashir.

El hecho de que quede en manos de Al-Bashir la mayor parte del poder ejecutivo supone que sigue siendo responsable de contratar y despedir al gabinete. Sin embargo, Saleh tendrá que encontrar una solución para los tremendos problemas económicos a los que se enfrenta Sudán tras la sucesión de Sudán del Sur en 2011, tras el Acuerdo General de Paz en 2005, que puso fin a un conflicto de 22 años de duración. Antes de la división, unos tres cuartos de la producción en crudo provenían del sur, y representaban más de un 85% de los ingresos de exportación de Jartum, unos 7.500 millones de dólares, según el Banco Mundial.

Saleh también debe encontrar una solución para los conflictos del sur de Kordofan y el Nilo Azul, que ha obligado a dos millones de personas a huir y la muerte de decenas de miles. También una fórmula que unifique la posición política y evite las protestas esporádicas de desobediencia civil y el creciente descontento que inunda el país, y que amenaza a Sudán y la estabilidad de toda la región.

Hasta ahora, la versión del gobierno ha sido que la “Primavera Árabe” de Egipto, Libia, Túnez y otros países de la zona no ha afectado a Sudán. Varios vídeos y fotos que circulan por las redes sociales muestran la guerra civil y destrucción de Yemen, Siria e Irak con encabezados como: “Gracias a dios por la paz en Sudán”. Este mensaje ha resonado entre la población, pero el gobierno sigue siendo cauteloso, ya que el descontento del país podría convertirse en un levantamiento violento.

Optimismo

Las señales parecen indicar que Hassan Saleh prometerá que el primer ministro podría volver a ocupar el puesto más importante del país, reduciendo al presidente a una figura simbólica, como ocurría antes del derrocamiento del gobierno liderado por Sadiq Al-Mahdi en 1989. Alternativamente, la retención de Saleh del puesto de vicepresidente parece dejar abierta la posibilidad de que se le otorguen poderes ejecutivos totales al presidente y que el cargo de primer ministro sea rescindido.

Mucho depende del conflicto permanente entre el ejército y los miembros del frente islámico, que aún ocupan puestos y crean políticas en el gobierno, pero son eclipsados por generales del ejército en posiciones clave. Aunque estas diferencias genuinas van disminuyendo, en la mayoría de los círculos políticos Sudán hay un sentimiento de optimismo. Viejos partidos rivales, como el Congreso Popular y la facción de Reformas y Renovación del partido Umma y los Unionistas Democráticos, atendieron a la inauguración para mostrar su apoyo a Saleh y cumplir con los deseos de un cambio político.

YassirAbdullah Ali, observador político y miembro del partido Congreso Nacional, declaró a MEMO: “Bakri tiene una influencia muy pacificadora sobre la oposición, se le considera una figura conciliadora, y la oposición se ha comprometido a trabajar con él.”

Quien estuvo ausente fue el ex primer ministro Sadiq Al-Mahdi, que regresó del exilio en enero tras una ausencia de dos años. Contó a sus partidarios que había vuelto para lograr la paz y la democracia. Yasir Ali contó a MEMO que, a pesar de la ausencia del veterano político de 82 años, sigue existiendo la posibilidad de que su participación en el proceso de cambio pueda haber sido una condición previa a su regreso a Sudán.

Con algo menos de tres años hasta las próximas elecciones presidenciales, los expertos esperan ver empujones por posiciones de poder que podrían conllevar el tan esperado cambio en el país, o podrían potenciar las tensiones políticas resultando, como ha pasado antes, en la detención de oponentes políticos que – según el partido gobernante – han sobrepasado las líneas y las reglas de compromiso impuestas por el gobierno.

Categorías
ÁfricaArtículosArtículos de OpiniónRegiónSudán
Show Comments

El periodista y productor de noticias de televisión.

Show Comments

Mantente actualizad@

Subscríbete para recibir nuestros boletines