Mientras preparaba este artículo, no pude resistir la tentación de presentar los resultados de una nueva encuesta de opinión pública llevada a cabo en Israel con motivo de la celebración de una conferencia educativa en Qatar. Esta encuesta mostró que la inmensa mayoría de los israelíes "no están preparados" para que sus hijos asistan a escuelas étnicamente mixtas.
Las encuestas sugieren que el grupo menos “deseado” de personas son los palestinos que viven en los territorios ocupados en 1948, seguidos por los judíos haredim (judíos ortodoxos). Según los encuestadores, estos resultados indican una escalada en la centralidad étnica, posiciones racistas y la necesidad de educar a las familias antes que a los niños.
Esta encuesta se nos debe de presentar como "un toque de atención", porque la creencia que viene a confirmar esta encuesta es que "no hay nada nuevo bajo el sol", aunque esto es sólo un recordatorio y reafirme lo que es obvio.
Lectura: Las dos caras de los asentamientos.
Es muy fácil encontrar un ejemplo que ilustre estas posiciones. Por ejemplo, hace casi diez años, los colonos que vivían en el asentamiento de Kfar Vradim, situado en Galilea, tocaban música clásica occidental en altavoces como respuesta a la música oriental procedente de ciudades palestinas vecinas, especialmente de Tarshiha.
Israelí Yedioth Ahronoth publicó una historia sobre el incidente y lo acompañó con una encuesta de opinión pública que indicó que más del 85% de los israelíes cree que las acciones del asentamiento eran una respuesta adecuada a un fenómeno molesto y sólo el 15% consideró que el comportamiento era arrogante y despreciaba la cultura de otras personas que también viven en el país.
Por un lado, este incidente expresa la "autopercepción sionista" que se deriva de la autopercepción occidental general. Por otro lado, esto también expone la percepción sionista negativa de la presencia palestina. Por supuesto, podemos notar, al mismo tiempo, el uso del lenguaje que refleja la inocencia, como el uso de la frase "las otras personas que también viven en el país".
Es a través de esta percepción negativa como se construye la imagen de los palestinos en las mentes de los israelíes. Esta es la misma imagen ilustrada por otros indicadores y encuestas sistemáticas. Se ha convertido en un secreto a voces que la mayoría de la gente en Israel está siguiendo un camino que conduce al aumento de las tendencias racistas, y los resultados de las últimas elecciones en 2015 es una prueba innegable de esto.
El Canal de la Knesset publicó hace poco los resultados de una encuesta que mostró que el 75% de los residentes judíos apoya la expulsión de los palestinos que viven en las áreas ocupadas en 1948 al futuro Estado palestino en el contexto de cualquier "acuerdo de paz". De este 75%, el 28% afirma que todos los palestinos que viven en las áreas ocupadas en 1948 deberían ser expulsados, mientras que el 19% apoya la expulsión de los que viven en el área del Triángulo Norte. Asimismo, el 28% aseguró que la expulsión debía producirse en base de la lealtad o falta de ésta al Estado hebreo. La mayoría de los judíos aseguraron que el derecho de estos palestinos a permanecer en sus hogares no es tal.
En respuesta a la objeción del parlamentario árabe a la realización y publicación del Canal de la Knesset de tal encuesta, el director general del canal afirmó que el tema está incluido en la agenda política general. Los partidos de la Knesset, así como los movimientos no parlamentarios, han planteado y continúan planteando la cuestión de expulsar a los palestinos de Israel como parte de sus programas políticos, sobre la base de los cuales se desempeñan las elecciones generales.
Si seguimos enumerando las evidencias pasadas como un "recordatorio", debemos mencionar que en otra encuesta realizada hace unos diez años con ocasión de un día especial en la Knesset dedicado a "los derechos de la mayoría judía en el Neguev y Galilea", un tercio de los participantes judíos expresó que "para una próxima celebración del día de la independencia de Israel, se debería construir un muro de separación de seguridad entre ciudades judías y no judías en el Neguev, similar al muro de Cisjordania". La mayoría de los que creen deseable este escenario son jóvenes de entre 18 a 34 años de edad...
Traducido de Arabi21, 8 de marzo de 2017.