El rey de Arabia Saudí, Salmán, ha presidido hoy la ceremonia de firma de acuerdos comerciales por valor de hasta 65.000 millones de dólares en el primer día de una visita a Pekín, en un encuentro en el que el mayor exportador de petróleo del mundo, Arabia Saudí, busca estrechar lazos con la segunda mayor economía del mundo, China.
Las transacciones incluyeron un memorando de entendimiento entre la gigantesca empresa petrolera estatal Saudi Aramco y China North Industries Group Corp (Norinco), para estudiar la construcción de refinerías y plantas petroquímicas en China.
La visita de Salmán a China se produce como parte de su gira por Asia, en la que el monarca árabe se ha reunido con los líderes de Indonesia y Japón para promover oportunidades de inversión en el reino, incluyendo la venta participaciones accionariales en Aramco.
Arabia Saudí busca incrementar los ingresos provenientes del comercio exterior, así como desarrollar su sector no no petrolero tras la caída global de los precios del petróleo, que ha reducido sus reservas de divisas.
"Durante mucho tiempo, China y los países islámicos se respetaron mutuamente y tuvieron una cooperación mutuamente beneficiosa, y han creado un modelo de coexistencia pacífica de diferentes culturas", dijo Xi, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Salmán dijo a Xi que espera que China pueda desempeñar un papel aún mayor en asuntos de Oriente Medio, agregó el ministerio.
"Arabia Saudí está dispuesta a trabajar duro con China para promover la paz, la seguridad y la prosperidad a nivel mundial y regional", enfatizó Salmán.
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