El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo kazajo, Nursultan Nazarbayev, abordaron esta mañana la crisis de Siria durante una conversación telefónica, según informó el Kremlin, después de que las negociaciones de paz de Kazajistán se cerraran sin conclusiones relevantes.
El Kremlin dijo en una declaración que Putin y Nazarbayev intercambiaron sus puntos de vista sobre la tercera ronda de conversaciones sobre la crisis de Siria que se ha celebrado esta semana en la capital de Kazajistán, Astana.
Las conversaciones de Astana terminaron el miércoles sin progresos significativos, después de que la oposición boicoteara la reunión, acusando al Kremlin de no cumplir con los términos del acuerdo de alto al fuego firmado el pasado mes de Diciembre.
Las conversaciones son dirigidas por Rusia, Turquía e Irán, a la sazón los diferentes valedores de las partes en conflicto, y tienen poca participación de la ONU. Rusia, Turquía e Irán acordaron celebrar la próxima reunión en Astana los días 3 y 4 de Mayo.
En una declaración emitida hoy, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que el canciller Sergei Lavrov también habló por teléfono sobre la situación en Siria con el ministro francés de Asuntos Exteriores y Desarrollo Internacional, Jean-Marc Ayrault.
Lavrov dijo que la negativa de la oposición a unirse a las conversaciones de Kazajstán muestra que "algunos países" están tratando de dañar el proceso de paz en Siria, dijo el comunicado. Lavrov no aclaró a qué países se refería.
La oposición, que asistió a las rondas anteriores en la capital kazaja, se negó a unirse a las últimas conversaciones, acusando a Rusia de no respetar el cese al fuego acordado en Diciembre, junto con Turquía e Irán, que tendría que garantizar el fin de la violencia.
Desde el alto el fuego, el régimen de Assad ha continuado realizando bombardeos selectivos de pueblos y ciudades sirias sin ninguna consecuencia ni ninguna crítica por parte de Rusia.
La declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores añadió que tanto Rusia como Francia acordaron trabajar juntos para preparar otra ronda de negociaciones de paz paralelas, encabezadas por las Naciones Unidas, programadas para el 23 de marzo en Ginebra.
El mediador de la ONU, Staffan de Mistura, había propuesto anteriormente a los negociadores en Ginebra que el tema de la lucha contra el terrorismo y el alto el fuego debía tratarse en las conversaciones de Astana. De Mistura pretendía que el enfoque de Ginebra se centrar en la necesidad de una nueva constitución, elecciones supervisadas por la ONU y una gobernabilidad responsable, basada en la resolución 2254 del Consejo de Seguridad.
Muchas partes implicadas en el proceso de paz de Siria, incluida Rusia, han dicho que las conversaciones de Astana no sustituyen en ningún caso a las negociaciones en Ginebra.
Los combatientes de la oposición, sus familias y otros civiles comenzaron a abandonar su último baluarte en la ciudad siria de Homs esta mañana, después de meses de bombardeos y asedio de las fuerzas gubernamentales, en virtud de un acuerdo con el régimen de Assad respaldado por Rusia del que se espera que dé como fruto una de las mayores evacuaciones de este tipo.