La Marina española interceptó el lunes a ocho inmigrantes africanos cuando trataban de entrar en el territorio español a través del estrecho de Gibraltar, provenientes todos ellos desde la costa de la ciudad de Tánger, en el extremo norte de Marruecos.
Un comunicado de la Armada Española, al que tuvo acceso la Agencia Anadolu, aseguraba que España "envió una patrulla con un equipo de rescate ante la existencia de una situación de peligro para ocho inmigrantes".
El comunicado agregaba que "la intervención se produjo a una distancia de pocos kilómetros de la costa de la ciudad de Tarifa, en el extremo sur de España, desde donde los ocho inmigrantes subsaharianos fueron trasladados hasta uno de los refugios del puerto de Tarifa."
Estos intentos de penetrar ilegalmente en el territorio español son muy habituales, lo que hace que tanto la policía marroquí como la española estén continuamente en estado de alerta.
La Agencia Anadolu no fue capaz de obtener declaraciones al respecto de lo sucedido por parte de las autoridades marroquíes.
Las fuerzas militares y de salvamento marítimo españolas y marroquíes mantienen una fuerte colaboración bilateral, con el objetivo de localizar a los inmigrantes e interceptarlos, tanto para impedir su acceso al territorio europeo así como para rescatar a los que se encuentran en situación de peligro en alta mar. La policía marroquí también se encarga de controlar los campamentos donde se congregan los subsaharianos para preparar sus intentos de entrada en Europa.
En otro acontecimiento separado, las fuerzas de seguridad marroquíes lograron el lunes hacer frente al intento de unos 300 inmigrantes procedentes de países del África subsahariana de asaltar la valla fornteriza que separa la ciudad norteafricana de Ceuta, bajo soberanía del gobierno español, del territorio marroquí.
Una fuente de seguridad marroquí, que solicitó permanecer en el anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo que "estos inmigrantes parten en masa desde el interior del bosque adyacente al muro de la frontera con Ceuta, en su intento de ir más allá del alambre de púas, que tiene una altura de unos 6 metros."
La fuente agregó que "durante este asalto, gracias a las fuerzas de seguridad estacionadas en la zona fronteriza, ningún inmigrante ha tenido éxito en su intento de cruzar la valla"
España mantiene la soberanía de las ciudades de Ceuta y Melilla, situadas en el norte de África, e inmigrantes de toda África tratan de entrar continuamente en ambas ciudades, ya sea a nado o escalando las vallas fronterizas que separan las ciudades europeas del territorio marroquí.
El Reino de Marruecos no reconoce oficialmente la soberanía del gobierno español sobre las ciudades de Ceuta y Melilla, ambas situadas al norte del país, siendo ambas habitualmente parte de las demandas de Marruecos, que aspira a su devolución e integración en su territorio tras una serie de eventuales negociaciones con el gobierno de Madrid. Madrid, por su parte, asegura la total españolidad de las dos ciudades y se niega a cualquier negociación al respecto.
En los últimos años, miles de migrantes irregulares de países de África subsahariana han llegado a Marruecos, en su camino para llegar hasta Europa, particularmente a España, si bien algunos de ellos finalmente se instalan en Marruecos donde deciden intentar comenzar una nueva vida, ante el auge del crecimiento económico y la prosperidad que experimenta el país magrebí, lo que no obstante supone un reto para las autoridades marroquíes, sobre todo en lo que respecta a la integración social de estos inmigrantes.