Las Naciones Unidas y el gobierno de Somalia han pedido una investigación sobre el ataque aéreo que mató a 42 inmigrantes a bordo de un barco proveniente de Yemen la semana pasada. La mayoría de los muertos eran somalíes que intentaban llegar a las costas de Sudán.
Cuando el helicóptero militar responsable del ataque se acercó al barco, la tripulación comenzó a hacer gestos de auxilio y gritar que eran somalíes, pero el ataque siguió adelante. Los trabajadores de los equipos de rescate han tenido que custodiar los cadáveres de los fallecidos en refrigeradores porque no había espacio en el hospital.
Las fuentes oficiales de Yemen sostienen que la coalición militar dirigida por Arabia Saudí fue la responsable del ataque. Por su parte, los funcionarios saudíes niegan su responsabilidad y aseguran que ninguna de las fuerzas de la coalición se encontraba operando en la zona en ese momento.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados describió el asalto como "un ataque injustificado contra civiles indefensos que huían de la violencia y la guerra".