El informe de la ONU-CESPAO no mencionó nada nuevo o diferente respecto a la situación en Palestina. El informe, supervisado por expertos en derechos humanos – dirigidos por el activista judío Richard Falk – concluye que Israel es un Estado que ha establecido un régimen de apartheid que persigue a los palestinos. Este régimen dividió a los palestinos en cuatro “dominios” a los que oprimen con leyes, políticas y prácticas diferentes. El informe señala que el primer dominio lo componen los palestinos con ciudadanía israelí; el segundo, los palestinos que viven en Jerusalén este; el tercero, los palestinos de Cisjordania y de la Franja de Gaza; y el cuarto, los palestinos en el extranjero, ya sea como refugiados o exiliados.
Todo lo que menciona el informe son hechos acerca del sufrimiento del pueblo palestino, y todos los detalles de este dolor que viven todas las naciones árabes y que todo el mundo desprecia. Esto es lo que enfadó al secretario general de la ONU, que fue humillado por el fracaso de su organización a la hora de desarrollar la acción humanitaria que se necesita.
Portada del informe de la ONU-CESPAO "Prácticas israelíes hacia el pueblo palestino y la cuestión del apartheid"
La petición del secretario general de la ONU de que Rima Khalf retirara este informe objetivo, respaldado por hechos, es un insulto y un desprecio al esfuerzo y la capacidad de quienes realizaron el informe, así como un acto que desacredita la credibilidad e integridad de la propia ONU, y es un acto de falta de respeto a la humanidad, que considera a Khalaf como su representante. Por lo tanto, la renuncia de Khalaf de su puesto de trabajo fue un mensaje de libertad que removió la conciencia de todo el mundo. Esta dimisión refuta las pretenciones del secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, que perdió su categoría de ser humano cuando afirmó que el informe estaba sesgado en contra de Israel, a pesar del hecho de que ha visto con sus propios ojos cómo Israel ha sitiado a más de dos millones de personas en la Franja de Gaza, y cómo evita que regresen los refugiados palestinos dispersos por todo el mundo. También ha visto cómo Israel discrimina entre los ciudadanos árabes-israelíes respecto a los ciudadanos judíos israelíes que viven dentro de las fronteras de 1948, y cómo Israel prohíbe que los palestinos de Cisjordania construyan hospitales, fábricas o incluso oficinas de organizaciones internacionales en el 62% de Cisjordania.
Si los líderes estadounidenses – los patrocinadores de Israel – tienen derecho a rechazar los valores humanos y el informe de la ONU, y si el informe es una vergüenza para el secretario general; entonces es un deber nacional y moral de los líderes árabes adoptar todo el informe de la CESPAO. También es su deber invitar a Khalaf a participar en la Conferencia Árabe de la Cumbre con su informe, que debería ser el tema principal.
Los libros de historia hablarán del hecho de que los países árabes cuentan con mujeres que rechazan la humillación en un momento en el que han decaído los valores. Estas mujeres árabes se negaron a permitir que sus seres puros fueran comprometidos o engañados, y están representadas por Khalaf, que no dudó ni un momento a la hora de decir la verdad frente a la actitud injusta del secretario general. Khalaf no escatimó ni un segundo en tomar la decisión de mantenerse firme y asumir una posición valiente o aceptar el soborno y ceder a las tentaciones financieras. Eligió sus valores y principios civilizados, y su dignidad personal se convirtió en algo de valor para la humanidad.
Traducido de Felesteen, 20 de Marzo de 2017
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