Dos prisioneros palestinos, Raafat Shalash y Mahmoud Saada, continúan con su huelga de hambre por segunda semana consecutiva en las cárceles israelíes.
El prisionero Raafat Shalash, natural de Beit Awa, al sur de Hebrón, pretende con su huelga de hambre que le sea cancelada la detención administrativa que el Estado de Israel le impuso hace 15 meses sin juicio previo ni cargo alguno.
Por su parte Saada, de Hawara, al sur de Nablús, va por su onceavo día de huelga, a través de la cual exige su liberación. Está bajo investigación judicial y fue encarcelado en la prisión israelí de Yalama.
En el mismo contexto, el prisionero, Akram Vsasa puso fin a su huelga de hambre, que duró cinco días, después de recibir promesas del fiscal militar israelí de revisar su detención administrativa expedida el 19 de septiembre de 2016.
La detención administrativa es un procedimiento legal empleado durante el período del mandato británico sobre Palestina y mantenido por los israelíes. Permite a las autoridades mantener en prisión a los palestinos por tiempo indefinido sin acusarlos ni someterlos a juicio. Esta figura jurídica se ha utilizado para interrumpir las actividades políticas y sociales de los palestinos utilizándose contra políticos, activistas y periodistas palestinos y retirándolos indefinidamente de la arena pública.
Las autoridades israelíes cuentan en sus cárceles con alrededor de 7.000 prisioneros palestinos, incluyendo cerca de 700 con detenciones administrativas.