Miles de yemeníes llenaron el domingo una de las principales plazas de la capital, Saná, en el segundo aniversario de una guerra que ha costado la vida a más de 10.000 personas y que ha empujado al empobrecido país árabe al borde de la hambruna.
Esta ha sido la mayor manifestación que se ha celebrado desde que la coalición de estados árabes liderada por Arabia Saudí entró en el conflicto en 2015 para intentar restaurar en el poder al presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi, después de que fuera expulsado de Saná por los rebeldes hutíes, que reciben el apoyo de Irán.
Testigos presenciales informaron de cómo una multitud estimada en más de 100.000 personas, entre los que se encontraban partidarios del grupo hutí Ansaruláh y del partido Congreso General del Pueblo del ex presidente Ali Abdullah Saleh demostraron su fuerza en Sabeen Square, en el centro de Saná.
Los manifestantes agitaron banderas con los colores nacionales yemeníes: rojo, blanco y negro, y denunciaron a Arabia Saudí y a los Estados Unidos, a los que culparon de la guerra. Se pudo ver carteles en los que se pedía: "Firmeza" y "Fin del Bloqueo sobre Yemen".
SANAA, YEMEN - 26 DE MARZO: Partidarios y simpatizantes de los rebeldes hutíes y del líder derrocado Ali Abdullah Saleh se reúnen para protestar contra los bombardeos dirigidos por Arabia Saudí durante una manifestación en el segundo aniversario de la Operación Tormenta Decisiva en la Plaza Al Sabin en Sanaa, Yemen, el 26 de marzo de 2017 (Mohammed Hamoud - Agencia Anadolu)
Essam al-Abed, dirigente del CGP, dijo
Este es un mensaje para el mundo para decirle que a pesar de los dos años de guerra, el pueblo yemení continúa victorioso, continúa vivo, y mantiene su amor y su paz
Saleh al-Samad, miembro de comité de gobierno actual, en el que hay tanto miembros del grupo rebelde hutí como del CGP ,puso una nota desafiante al dirigirse a la multitud. Samad dijo entre fuertes exclamaciones:
La batalla todavía está en curso y la guerra no terminará sino con la victoria de la justicia y la verdad
La coalición militar dirigida por Arabia Saudí ha venido lanzando una serie de fuertes bombardeos indiscriminados sobre Yemen desde que comenzó la guerra, pero los rebeldes hutíes permanecen atrincherados en la mayor parte del norte de Yemen, incluida la capital Saná. El ex presidente yemení, Alí Abdllah Saleh, que rara vez había sido visto en público desde que se vio obligado a dimitir después de meses de protestas en 2011 contra sus 30 años en el cargo, hizo una breve aparición entre los aplausos de sus partidarios cuando la multitud comenzó a dispersarse.
La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas dijo la semana pasada que la guerra ha costado la vida a al menos 4.773 civiles y herido a más de 8.000.
Varias rondas de conversaciones de paz mediadas por las Naciones Unidas en Suiza y en Kuwait no han producido un acuerdo.
Los hutíes y el CGP están exigiendo un acuerdo sobre una nuevo gobierno inclusivo que incluya a todas las partes en liza para dirigir el país hasta unas nuevas elecciones, mientras que los partidarios de Hadi sostienen que los hutíes deben primero entregar sus armas y abandonar las ciudades que han tomado desde 2014.
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