Amnistía Internacional ha publicado un mensaje en su cuenta de Twitter, diciendo que uno de los detenidos en las cárceles egipcias, está expuesto a una muerte lenta pues la Administración se niega a proporcionarle el tratamiento adecuado.
De acuerdo con publicación, el detenido Ahmed Amin Ghazali dijo en su carta: “No puedo hablar ni moverme, no me puedo levantar de la cama donde recibo agresiones, la administración me ha prohibido y me impide cualquier visita al hospital y el seguimiento de un tratamiento”.
Ghazali comenzó una huelga de hambre el 9 de marzo, para protestar por su detención en régimen de aislamiento en mayo de 2016, cuando un tribunal militar condenó a muerte.
Está previsto que se determine la fecha de la audiencia para apelar el fallo, y si se rechaza la apelación, la sentencia de muerte se llevará a cabo en cualquier momento.
Desde el golpe militar en julio de 2013 miles de detenidos que languidecen en las cárceles egipcias, en la situación es descrita como "muy difícil e inhumana" por organizaciones de derechos humanos, lo que ha llevado a la muerte a cientos de ellos a consecuencia de la tortura o negligencias médicas.
Un informe elaborado por Amnistía Internacional informó de que el número de detenidos en Egipto desde el golpe militar del 3 de julio de 2013 al año 2015 ascendió a más de 41 mil, según cifras oficiales dadas a conocer por el Ministerio del Interior.
El informe titulado “Generación de la prisión", define lo que está sucediendo en el país del Nilo como un retorno al “estado de represión de masas y política represiva”, señalando que en el país se han arrancado todas las esperanzas de una generación que buscaba un futuro brillante.
En el informe, referido a las detenciones arbitrarias de las Naciones Unidas, dijo que hay más de 3.200 niños menores de 18 años que han sido detenidos desde el golpe, la mayoría de los sometieron a torturas y palizas en varios centros de detención.
El Observatorio Egipcio para los Derechos y las Libertades dijo que 268 personas murieron en dos años en sus lugares de detención desde el golpe hasta el 30 de junio de 2015, como resultado de torturas físicas y las negligencias médicas.
El informe de Human Rights Watch recordó que “ el hecho de que la administración de prisiones o el Gobierno egipcio no tome soluciones y medidas en las cárceles superpobladas provoca que cada vez haya más muertes”.
Desde el golpe de Estado las cárceles, muchas de ellas improvisadas, se han convertidos en centros de tortura y represión contra los opositores al Régimen.