El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido hoy a las potencias mundiales que aumenten sus esfuerzos para ayudar a las personas que huyen de la ciudad iraquí de Mosul, donde las fuerzas gubernamentales iraquíes luchan para derrotar al grupo terrorista Daesh.
En una operación que dura ya más de seis meses, las fuerzas iraquíes han reconquistado la mayor parte de la segunda ciudad más grande del país, que hasta hace poco estaba totalmente bajo control del grupo extremista sunní.
Se calcula que al menos 355.000 residentes han huido de la ciudad, mientras unos 400.000 civiles siguen atrapados dentro de la densamente poblada ciudad vieja, donde se vienen librando duras batallas en las calles desde hace varias semanas.
"No tenemos los recursos necesarios para atender a todas estas personas", dijo Guterres a los periodistas durante una visita al campamento Hassan Sham, uno de los varios centros habilitados en los alrededores de Mosul, y que ahora está lleno de civiles que escapan de la guerra.
La ONU y las autoridades iraquíes han estado construyendo más campamentos mientras luchan para poder acomodar a los recién llegados, con dos familias que a veces tienen que compartir una sola tienda de campaña.
"Desafortunadamente, nuestro programa solo cuenta con un 8% de la financiación necesaria", dijo, refiriéndose a un programa de respuesta humanitaria desarrollado por la ONU de 2017, sin ofrecer detalles adicionales.
Durante su visita, que duró alrededor de media hora, los residentes se quejaron a Guterres sobre la calidad del agua potable y las malas condiciones de vida en tiendas de campaña infestadas de ratones e insectos.
'Estamos hartos'
Saqr Younis, que huyó a Mosul cuando Daesh llegó a su pueblo en 2014, dice:
Queremos volver a nuestros pueblos. Estamos hartos
"Si hubiéramos muerto en un bombardeo habría sido mejor", dice Saqr, que lleva cuatro meses en el campamento.
Muchos de los desplazados han regresado a sus hogares en zonas que han sido retomadas de Daesh, pero algunos, como Saqr, aún no han sido autorizados a regresar por las autoridades.
El grupo terrorist invadió cerca de un tercio de Irak en 2014, beneficiándose del conflicto sectario entre sunníes y chiíes que debilitó al ejército. Las fuerzas iraquíes han recuperado el control de la mayoría de las ciudades que cayeron en manos del grupo extremista, y los militantes han sido desalojados de casi tres cuartos de Mosul, pero se han hecho fuertes en el centro de la ciudad.