“Gracias a Dios que estoy bien, salí de este coche carbonizado justo después de la explosión”, declara el activista Mohammed Yassin, hablando sobre lo sucedido en la explosión de Al-Rashideen, Siria. Describió la escena posterior a la explosión como “catastrófica”.
El testimonio de Yassin para Arabi21 se produjo después de una explosión que se produjo en la estación de autobuses de Al-Rashideen, desde donde la gente viaja de Kafriya a Fua. Murieron unas 100 personas, más de la mitad niños, según UNICEF. Unas 220 resultaron heridas.
“La situación estaba muy calmada. Había algunas organizaciones distribuyendo alimentos a mujeres y niños de ambas ciudades. También se oían conversaciones entre los combatientes de las facciones y de gente hablando sobre su opinión de las facciones, así como comentarios acerca del ataque químico en Khan Sheikhoun. También había muchos activistas informando sobre lo que estaba sucediendo”, declaró Yassin describiendo la situación previa a la explosión. Explicó que había 40 buses que llevaban a unas 2.000 personas.
“De repente, mientras estaba en mi coche, escuché el sonido de una gran explosión, y entró mucho polvo y metralla en mi auto. Esto hizo que saliera corriendo del coche, y es entonces cuando vi los cuerpos en el suelo y empecé a buscar a mi hermano entre los heridos.”
“Mientras buscaba a mi hermano, ayudé a más de 13 mujeres y niños de Fua y Kafriya. Les llevé hasta la ambulancia que llevaba a los heridos al hospital. Algunos habían perdido pies y manos. La escena era un baño de sangre, llena de cadáveres desperdigados.”
Yassin informó de que no había personal médico de la Media Luna Roja, a pesar de su presencia en la zona unos pocos minutos antes. Señaló también que los activistas y los miembros de ONGs ayudaron a los heridos.
Yassin explicó que sus heridas no son tan graves como las de las demás víctimas. Pero sí sufrió pérdidas materiales significativas, ya que ha perdido su equipo electrónico, incluidos su ordenador y su cámara. Su coche también quedó completamente calcinado.
Varias agencias de noticias internacionales y páginas de redes sociales publicaron fotos y vídeos mostrando a activistas y correspondientes de prensa – incluido Adham Abu Al-Hossam, de Al Jazeera – ayudando a las víctimas. Los activistas usaron las redes sociales para comparar la conducta de los que estaban en el lugar de la explosión con los medios pro-régimen, que aprovecharon la oportunidad para entrevistar a los heridos.
Según fuentes médicas, más de 200 personas fueron desplazadas a hospitales de campaña en las áreas controladas por la oposición en el norte de Siria. Se les dio el tratamiento necesario y algunos se sometieron a cirugía reconstructiva. También trataron a los niños con fracturas críticas en manos y pies.
En una entrevista con Arabi21, el jefe de relaciones mediáticas de Hay’at Tahrir Al-Sham, Imed Eddin Mujahid, acusó al régimen o al Daesh de estar involucrados en la explosión. Aun así, señaló que aún se están llevando a cabo investigaciones para identificar al responsable del atentado.
Sin embargo, varios testigos y miembros de ONGs dijeron a Arabi21 que el régimen podría ser el autor de esta explosión, ya que el coche bomba provenía de áreas controladas por el régimen, si bien no se descarta la autoría yihadista. También señalaron que la mayoría de las víctimas son niños, ya que se les estaban ofreciendo bolsas de patatas gratis en el momento de la explosión.
Traducido de Arabi21, 17 de Abril de 2017