Todas las líneas de electricidad egipcias que alimentan el sur de la Franja de Gaza se averiaron ayer por la noche, aumentando la escasez energética que ya pesa sobre el territorio palestino sitiado, que ya viene sufriendo una grave crisis de energía.
Antes de esta última caída de las líneas egipcias, la Compañía de Electricidad de Gaza había estado luchando para proporcionar energía a los residentes, con daños recientes que redujeron temporalmente el suministro a cuatro horas al día.
Las líneas egipcias proporcionan al sur de la Franja de Gaza 23 megavatios de electricidad, casi el 15 % del suministro total de electricidad del enclave costero.
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La única planta de energía de la Franja de Gaza cerró el pasado 16 de Abril, después de que el combustible suministrado por Qatar y Turquía se agotara.
La parada de la planta redujo el suministro de energía a los gazatíes a sólo seis horas de electricidad diarias, seguido de apagones de 12 horas, en comparación con el ciclo habitual de ocho horas consecutivas de electricidad seguidas por otras ocho sin ella.
Incluso funcionando a plena capacidad, las redes eléctricas egipcias e israelíes, junto con la única planta de energía de Gaza, no cubren las necesidades energéticas de la Franja de Gaza.
La central eléctrica no ha funcionado a plena capacidad en años, con el bloqueo paralizante de Israel limitando severamente las importaciones de combustible hacia el enclave costero.
La ONU ha advertido de que la Franja de Gaza se puede cnvertir en inhabitable en el año 2020, a causa de la devastación de la guerra y tras casi una década de bloqueo económico impuesto por Israel.