La empresa petrolera estatal de Arabia Saudí, Saudi Aramco, se ha convertido en la propietaria exclusiva de la refinería de petróleo más grande de Estados Unidos, según informa el canal CNN Money.
Saudi Aramco se hizo ayer con el control del 100% de la refinería de Port Arthur en Texas, completando un acuerdo comercial que fue anunciado por primera vez el año pasado.
Además de tomar el control de la que es considerada la "joya de la corona" del sistema de refinerías de EE.UU., el acuerdo también otorga a Aramco la plena propiedad de 24 terminales de distribución, así como el privilegio exclusivo de vender gasolina y combustible Shell en Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia, Maryland, el este de Texas y la mayor parte de Florida.
Aramco poseía previamente el 50 % de Port Arthur a través de una empresa conjunta co-propiedad con Royal Dutch Shell (RDSA) llamada Motiva Enterprises
La nueva configuración beneficia a Riad, que se está preparando para la venta de Saudi Aramco en 2018. Se ha declarado la Oferta Pública de Venta más grande de la historia, con la empresa estatal esperando una valoración de en torno a 2.000 millones de dólares.
Arabia Saudí es el segundo mayor proveedor de crudo de los Estados Unidos, después de Canadá. Este acuerdo brindará a Arabia Saudí un acceso más fácil a los consumidores estadounidenses que llenan los depósitos de combustible de sus vehículos desde las instalaciones de Aramco repartidas por todo el mundo.