La ONG Reporteros Sin Fronteras ha denunciado que la libertad de prensa está amenazada de una manera sin precedentes a nivel global, resaltando que la mayoría de los Estados árabes ocupan algunos de los puestos más bajos en la lista negra de los países con mayores restricciones a la libertad de los periodistas.
La organización asegura que "Ante la cruenta guerra en Siria, (...), los periodistas no se libran de esta violencia y en ocasiones son asesinados o hechos presos: por lo tanto Siria ocupa el último puesto de la lista de países árabes en materia de libertad de prensa".
La cima de la lista, -el mayor nivel de libertad de expresión y periodística--, está ocupado por Noruega, mientras Corea del Norte está considerado el país más hostil a dichas libertades.
El informe de la organización clasifica a los países en listas de tres colores; negra, roja y amarilla. De los países árabes, Arabia Saudí, Libia, Sudán, Somalia, Yemen, Bahrein y Siria se encuentran en la lista negra, es decir, entre los que menos respetan la libertad de expresión, mientras el resto de ellos están encuadrados en la lista roja.
De acuerdo con datos de la OMS, desde el comienzo de este año, 11 medios de comunicación se han visto afectados por episodios de violencia, mientras ocho periodistas han sido asesinados, dos de ellos en Irak, uno en Siria, tres en México, otro en Rusia y otro en Afganistán.
En cuanto a periodistas detenidos el número alcanza los 193, en Egipto 23, en Siria siete, 15 en Irán y 8 en Bahrein.
En el mismo periodo también fueron detenidos 166 blogueros: entre ellos 17 en Siria y 82 en China . También fueron detenidos a 10 periodistas en prácticas, dos de ellos en Siria.
Reporteros Sin Fronteras expresó su seria preocupación como organización en este momento, en el cual la libertad de prensa está en claro retroceso.
La ONG observó que la “obsesión por la seguridad y la falta de respeto a la confidencialidad de las fuentes contribuyó a la disminución de la libertad de prensa en particular los países de América, Gran Bretaña y Nueva Zelanda”.
Según la RSF, la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y la campaña de salida del Reino Unido de la Unión Europea, han generado un terreno fértil para los defensores de los "ataques a los medios de comunicación" e instigadores de violencia contra los trabajadores del sector periodístico.
Así, el informe aseguraba que estamos en una “nueva era de noticias falsas, de mala calidad y espacios sesgados y autoritarios, la era de la llamada posverdad”.